La viruela del mono (MPX, por sus siglas en inglés) no se propaga fácilmente entre las personas. La transmisión de persona a persona ocurre a través del contacto cercano con material infeccioso de lesiones en la piel de una persona infectada, a través de gotitas respiratorias en contacto cara a cara prolongado y a través de fómites. El predominio, en el brote actual, de casos humanos de MPX diagnosticados entre hombres que tienen sexo con hombres (HSH), y la naturaleza de las lesiones que se presentan en algunos casos, sugieren que la transmisión ocurrió durante las relaciones sexuales.
Según la evaluación epidemiológica del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés), la probabilidad de propagación de MPX en personas que tienen múltiples parejas sexuales en la UE/EEE se considera alta. Aunque la mayoría de los casos en los brotes actuales se han presentado con síntomas leves de la enfermedad, el virus de la viruela del simio (MPXV) puede causar una enfermedad grave en ciertos grupos de población (niños pequeños, mujeres embarazadas, personas inmunodeprimidas). Sin embargo, la probabilidad de casos con morbilidad grave aún no se puede estimar con precisión. El riesgo general se evalúa como moderado para las personas que tienen múltiples parejas sexuales (incluidos algunos grupos de HSH) y bajo para la población en general.
El tratamiento es principalmente sintomático y de apoyo, incluida la prevención y el tratamiento de infecciones bacterianas secundarias. La vacuna contra la viruela se puede considerar para la profilaxis posterior a la exposición de los contactos cercanos con mayor riesgo de enfermedad grave; sin embargo, se debe realizar una evaluación cuidadosa de los riesgos y beneficios para el individuo expuesto. Falta información importante sobre el uso de las vacunas contra la viruela actualmente disponibles para los grupos con mayor riesgo de enfermedad grave. Además, los antivirales son posibles opciones de tratamiento para casos graves.
Asimismo, apuntan que los países de la UE/EEE deben centrarse en la pronta identificación, gestión, rastreo de contactos y notificación de nuevos casos de MPX. “Los países deben actualizar sus mecanismos de rastreo de contactos, su capacidad de diagnóstico de ortopoxvirus y revisar la disponibilidad de vacunas contra la viruela, antivirales y equipos de protección personal (EPP) para los profesionales de la salud”, señalan.
Por otra parte, recomiendan que los casos permanezcan aislados hasta que la erupción sane por completo, evitando el contacto con personas inmunodeprimidas y mascotas. También se recomienda abstenerse de la actividad sexual y el contacto físico cercano hasta que sane la erupción. La mayoría de los casos pueden permanecer en casa con atención de apoyo.
“Los contactos cercanos de los casos de MPX deben autocontrolarse para detectar el desarrollo de síntomas hasta 21 días después de la última exposición a un caso”, agregan.
Respecto a los trabajadores sanitarios, “deben usar el EPP adecuado (guantes, bata resistente al agua, respirador FFP2) cuando evalúen casos sospechosos o atiendan un caso de MPX. El personal de laboratorio también debe tomar precauciones para evitar la exposición ocupacional”.
CONCIENCIAR A LA POBLACIÓN
Los expertos también instan a llevar a cabo una comunicación de riesgos proactiva y múltiples actividades de participación de la comunidad para aumentar la conciencia, proporcionar actualizaciones y orientación a las personas en mayor riesgo y al público en general. “Los mensajes de comunicación de riesgos deben enfatizar que el MPXV se transmite a través del contacto cercano entre personas, especialmente en el mismo hogar, lo que podría incluir la vía sexual. Se debe mantener un equilibrio entre informar a los que corren mayor riesgo pero también comunicar que el virus no se propaga fácilmente entre las personas, el riesgo para la población en general es bajo”.
TRABAJAR BAJO UN ENFOQUE ‘ONE HEALTH’
El informe también hace hincapié en que existe un riesgo potencial de transmisión de humano a animal en Europa, por lo tanto, “se necesita una estrecha colaboración intersectorial entre las autoridades de salud pública humana y veterinaria que trabajen desde una perspectiva de 'Una salud' para manejar las mascotas expuestas y evitar que la enfermedad se transmita en la vida silvestre”. La EFSA no tiene conocimiento hasta la fecha de ningún informe sobre infecciones en animales (mascotas o animales salvajes) en la UE.