Cuando se trata de procedimientos médicos, los caballos son como niños pequeños. Los caballos no cumplirán necesariamente con las solicitudes de quedarse quietos o contener la respiración, lo que hace que sea increíblemente difícil evaluar su función pulmonar, que es esencial para el éxito de los atletas equinos.
El asma equina es una causa importante de reducción del rendimiento en los caballos de competición, solo superada por la cojera, y un problema en la calidad de vida para los caballos mayores con enfermedades crónicas. En cuanto al diagnóstico de la enfermedad, “los caballos con enfermedades avanzadas no son difíciles de diagnosticar, pero en los caballos atléticos jóvenes puede ser casi imposible hacerlo”, asegura Melissa Mazan, profesora de medicina interna de grandes animales en la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Tufts.
A menudo es una condición silenciosa, “ya que estos caballos están muy en forma”. Estos animales ganan o pierden carreras por centésimas de segundo, por lo que "solo se necesita un pequeño ataque al sistema respiratorio para llevar a un caballo del primer lugar al final de la carrera".
El hospital en el que trabaja Mazan,es uno de los pocos centros en los Estados Unidos que realiza pruebas de función pulmonar en casos clínicos equinos, pero los clientes tienen que viajar físicamente al centro a realizar las pruebas necesarias. Esta situación plantea un problema sobre los animales que no pueden acudir al hospital. Por ello, la veterinaria ha ideado una alternativa eficaz.
“Lo que estamos buscando es si las vías respiratorias del caballo presentan más resistencia de lo normal al flujo de aire. Si la resistencia es alta, entonces el trabajo de respiración tiene que aumentar”.
En medicina humana, la función pulmonar se puede medir mediante pruebas portátiles conocidas como medidores de flujo máximo, que miden la cantidad de aire que entra y sale de los pulmones. Requieren que la persona que se somete a la prueba inhale profundamente y exhale con fuerza hasta que sus pulmones estén vacíos. Pero con los niños, “las pruebas de función pulmonar a menudo se realizan mediante un método que no exige que sigan dichas instrucciones”, explica la experta.
Se llama sistema de interrupción, y la idea es que el niño use una máscara o boquilla con un sensor para medir el aire que entra y sale, y mientras respira regularmente, un obturador muy rápido corta la respiración por una fracción de segundo. “Es tan rápido que los niños ni siquiera se dan cuenta”.
El fundamento, según cuenta, consiste en que “si cortas la respiración por un tiempo muy corto, la presión dentro de tus pulmones se equilibra con la presión dentro de la máscara. Para obtener resistencia, debe poder medir el flujo de aire y la presión. El método de interrupción te permite hacer ambas cosas”.
NUEVA HERRAMIENTA VETERINARIA
Mazan presentó su idea a Kristen Wendell, profesora de ingeniería mecánica. “Fue un problema de diseño multifacético en términos de los conceptos de ingeniería mecánica necesarios, como el flujo de fluidos, el diseño de máquinas, el peso y la geometría, los sensores electrónicos y la programación de computadoras”, comenta Wendell.
“Nuestra tarea era crear un sistema que pudiera interrumpir la respiración durante solo 300 milisegundos. Conseguir que una válvula grande se moviera tan rápido fue desafiante, pero también necesitábamos que fuera silenciosa para evitar asustar al caballo”, aclara la ingeniera.
Los caballos solo respiran por la nariz, pero se les coloca una máscara de plástico transparente sobre la nariz y la boca para ayudar a que la máscara permanezca en su lugar. “Los caballos están acostumbrados a usar cosas como frenos o cabestros, y lo toleran muy, muy bien. En la parte delantera de la máscara hay una abertura donde se encuentran el medidor de flujo y la válvula. Los caballos simplemente respiran normal, la válvula se cierra y un transductor de presión a cada lado de la máscara mide la diferencia entre la presión dentro y fuera de la máscara”. Así, hasta ahora, “los resultados son increíblemente prometedores”, admite.
“Cuando lo comparamos con nuestro estándar de oro, que se llama método neumático con balón esofágico, la fidelidad es muy alta. Obtenemos las mismas medidas de resistencia con ambos métodos”, subraya. Tienen la intención de completar la patente del dispositivo y comenzar a distribuirlo para su uso cotidiano.