Cada especie animal es importante ya que tiene un papel clave en el ecosistema. Un lugar donde se visibiliza la relevancia del enfoque One Health en la conservación de la biodiversidad es el zoo. Espacios no sólo lúdicos, también donde científicos de distintas disciplinas investigan conjuntamente en varios proyectos para salvar a aquellas especies que se encuentran en peligro de extinción.
"Cuando estamos trabajando con primates a veces formamos equipo con médicos y pediatras. Creamos equipos de ciencia para generar conocimiento que ayuda a preservar la biodiversidad y las especies amenazadas", explica Eva Martínez Nevado, responsable del departamento de veterinaria del Zoo de Madrid en Con V de Vet, el programa de MSD Animal Health que visibiliza el trabajo de los profesionales de la salud animal.
"Nosotros vemos muy claro la interconexión entre las diferentes especies”, afirma. No en vano su equipo trabaja diariamente con 1.300 animales de 333 especies. "Compartimos todo el conocimiento y damos a conocer muchos aspectos de la biología y la medicina que ayudan no solo a los animales del zoo, sino también a individuos salvajes que viven en la naturaleza", continúa la experta.
El Zoo de Madrid celebra este año su 50 aniversario poniendo en valor su gran trabajo por la conservación de especies en peligro de extinción. Como, por ejemplo, en beneficio de uno de los mamíferos marinos más amenazados del planeta: la foca monje. Lo hacen a través de las focas grises que hay en el parque. "Hemos servido de modelo para colocar transmisores y collares GPS: ver cómo transmiten, cómo los llevan y si les molestan en las aletas", cuenta Martínez. Un conocimiento que luego aplican en Mauritania, junto con la Fundación CBD-Hábitat, para la conservación de una pequeña comunidad de foca monje.
Un proyecto que busca emular el éxito logrado con la gacela dorca, especie que logró ser reintroducida de nuevo en Senegal gracias a un proyecto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y del que participaron, entre otros centros, el Zoo de Madrid. "Además de criar y mantener una población genética con alta viabilidad, salvaguardamos las especies amenazadas", asevera Martínez.
EQUIPOS MULTIDISCIPLINARES POR LA CONSERVACIÓN DEL OSO PANDA
Desde 2007, el Zoo de Madrid trabaja en distintos estudios comportamentales y reproductivos del oso panda gigante. "La reproducción es compleja", comenta la veterinaria del centro. Además, recientemente su equipo ha tenido que afrontar un nuevo reto: el nacimiento de dos crías gemelas. "En el 50 % de los partos gemelares, la madre elige uno y al otro lo deja".
"Gracias a todo el conocimiento acumulado, se ha conseguido que los dos salgan adelante mediante una técnica de intercambio de las crías con la madre, mientras se mantienen en incubadoras de bebés de humana", relata la veterinaria en otro ejemplo de One Health ya que, "gracias a equipos multidisciplinares hemos logrado varias veces la reproducción de esta especie emblemática".
Menos conocido es el preocupante descenso de población de la lechuza común en Madrid, "donde solo quedan unas 30 parejas", puntualiza la veterinaria. Gracias a una pareja irrecuperable (que no se puede liberar) y al trabajo de los técnicos junto con el Centro de Recuperación de Rapaces Nocturnas Brinzal, se están reintroduciendo pollos de lechuza común en distintos puntos de la comunidad de Madrid.
"Cada especie, por minúscula que sea, tiene su papel en la naturaleza; y entre todos tenemos que conservar el planeta para una buena salud animal y humana", finaliza Martínez quien defiende la conservación de la biodiversidad para conseguir un mundo mejor.