Veterinarios se hartan: “Ya está bien de promesas, queremos soluciones y las queremos ya”

El pasado 3 de abril, las calles madrileñas se llenaban de veterinarios reclamando, entre otras demandas, que se les reconozca de una vez, como viene reflejado en la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias, su condición de sanitarios.

El colectivo veterinario está cansado de la “indiferencia, menosprecio, ninguneo y falsas promesas” que reciben desde la clase política española. Cabe recordar que, pese a lo que recoge la ley, la Veterinaria se encuentra excluida de la formación sanitaria especializada del Sistema Nacional de Salud; el IVA de los servicios sanitarios se encuentra en un 21 % equiparable al de artículos de lujo; los veterinarios no pueden, a diferencia de los europeos, dispensar y vender medicamentos al por menor; o los centros veterinarios no son considerados de forma plena como centros sanitarios, a pesar de ser una barrera esencial para el mantenimiento de la salud pública, entre otros problemas que sufren.

Esta situación que vienen arrastrando ya muchos años parece que está apunto de agotar la paciencia de los veterinarios. “Día a día luchamos poniendo en juego nuestra salud por nuestros pacientes y por el resto de la sociedad. Sabíamos que una pandemia nos azotaría y sabemos que puede volver a ocurrir porque esos virus están en nuestro medio. Así que ya está bien”, recoge la carta publicada en la plataforma Change.org por el veterinario Jesús Godoy y que cuenta ya con más de 3.000 firmas.

La carta, que tiene la intención de que sea leída en el Congreso de los Diputados, muestra la indignación y el malestar del colectivo. Uno de los primeros puntos que aborda es el papel que tuvieron durante la pandemia, “seguimos trabajando por el bien de la sociedad, con escasos medios de protección, sin reconocimiento, porque nos lo demandaba nuestra ética profesional. A pesar de los menosprecios a los que ya sabíamos que seríamos sometidos, a los que nuestra resiliencia como colectivo impuso como deber ayudar con la donación de respiradores y equipos de anestesia privados, e igualmente seguimos trabajando, controlando zoonosis, controlando la cadena alimentaria, la cadena de frío, generando vacunas y un largo etcétera”. Recientemente, se reconoció a diferentes colectivos sanitarios su labor durante la pandemia y los veterinarios quedaron excluidos.

También hace referencia al IVA veterinario; al borrador publicado sobre la ley del medicamento veterinario, “es vergonzoso, la ley de hecho lo es en muchos de sus puntos y pone en riesgo la lex artis, como es el caso de la utilización off label a pesar de la existencia de estudios avalados en distintas patologías”; a la dispensación de medicamentos; la problemática del intrusismo; o a la nueva ley de bienestar animal.

HUELGA GENERAL

Todas estas circunstancias está provocando que entre los veterinarios esté rondando la idea de una huelga general, “que ponga en evidencia nuestra importancia dentro de la sociedad como colectivo”.

“Queremos dejar constancia de la importancia de los veterinarios en la sociedad, de su importancia en la medicina preventiva, controlando zoonosis, en la inspección de alimentos, en el control y la sanidad de animales de producción, en la investigación, en las fronteras, en las aduanas, nuestros funcionarios veterinarios de administración representan una fuerza sin igual. Somos veterinarios, somos sanitarios y nuestros centros veterinarios son centros sanitarios, eso es algo que la sociedad debe entender, y creemos que entiende pero debe valorar en su justa e inmensa medida”, exponen.

Así, recuerdan que una huelga general del sector veterinario “sería un desastre para la sociedad, se paralizaría el país, pero desgraciadamente nuestra paciencia ha llegado a su término y cada vez son más las voces dentro del colectivo que apelan por esa vía”.

“¿Queréis ser cómplices de ello? Porque el aviso está sobre la mesa”, advierten a los políticos. Por ello, inciden en que “ya está bien de promesas vanas, queremos soluciones y las queremos ya”.