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Cómo patógenos resistentes a antibióticos en el agua podrían desencadenar otra pandemia
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Cómo patógenos resistentes a antibióticos en el agua podrían desencadenar otra pandemia

​Un estudio encontró que no se está prestando suficiente atención a la amenaza que representa la resistencia a los antimicrobianos con la mayoría de los antibióticos que se excretan en el medio ambiente a través de inodoros o de defecación al aire libre
Control agua antibióticos
En 2019, las infecciones resistentes a los antibióticos se vincularon con la muerte de casi 5 millones de personas.

Un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) advierte que personas de todo el mundo están expuestas a agua mezclada con antibióticos, lo que podría provocar el aumento de patógenos resistentes a los medicamentos y potencialmente alimentar otra pandemia mundial.


El estudio muestra evidencias de la falta de atención a la amenaza que representa la resistencia a los antimicrobianos con la mayoría de los antibióticos que se expulsan al medio ambiente a través de los inodoros o puertas abiertas. En 2015, se consumieron 34.800 millones de dosis diarias de antibióticos, de las cuales hasta el 90 % se excretó al medio ambiente como sustancias activas.


Actualmente el 80 % de las aguas residuales en el mundo no se tratan, incluso en los países desarrollados, las instalaciones de tratamiento a menudo no pueden filtrar los insectos peligrosos. Esto podría generar superbacterias que escapen a la medicina moderna y desencadenar una pandemia, remarcan.


"Los antibióticos y otros medicamentos salvan vidas, pero deben usarse con cuidado para prevenir la resistencia a los antimicrobianos que plantea riesgos sociales, ambientales y financieros para las empresas y la sociedad en general", declara Leticia Carvalho, jefa de la Subdivisión Marina y de Agua Dulce del PNUMA.


En 2019, las infecciones resistentes a los antibióticos se vincularon con la muerte de casi 5 millones de personas. Sin una acción inmediata, esas infecciones podrían causar hasta 10 millones de muertes por año para 2050, según el informe.


Los antimicrobianos son agentes destinados a matar o inhibir el crecimiento de patógenos. Incluyen antibióticos, fungicidas, agentes antivirales, parasiticidas, así como algunos desinfectantes, antisépticos y productos naturales. La resistencia a los antimicrobianos se produce cuando los microbios, como las bacterias, los virus, los parásitos y los hongos, evolucionan para volverse inmunes a los fármacos a los que antes eran susceptibles. Cuantos más microbios estén expuestos a los productos farmacéuticos, es más probable que se adapten a ellos.


¿QUÉ SE PUEDE HACER?


Según explican, esta amenaza global se puede abordar frenando la liberación de contaminación teñida de antibióticos, incluso mediante un mejor tratamiento de aguas residuales y un uso más específico de antibióticos. El informe recomendó mejorar los datos y el seguimiento de los antimicrobianos y cómo se desechan. También pidió una gobernanza ambiental mejorada y planes de acción nacionales para limitar la liberación de antimicrobianos.


También insta a los países a adoptar el enfoque One Health, que se centra en la idea de que la salud humana y animal son interdependientes y están vinculadas a la salud de los ecosistemas en los que coexisten. La estrategia, por ejemplo, pide a los países que limiten la deforestación, que a menudo pone a los humanos cara a cara con animales salvajes portadores de virus, dando a los patógenos la oportunidad de saltar entre especies.


PRINCIPALES FUENTES DE CONTAMINACIÓN


Desde el PNUMA apuntan que existen cinco fuentes principales de contaminantes que contribuyen al desarrollo y la propagación de la resistencia a los antimicrobianos:  un saneamiento deficiente, alcantarillado y efluentes de desechos, agravados, por ejemplo, por la defecación al aire libre y el uso excesivo de antibióticos para tratar la diarrea; efluentes de la fabricación de productos farmacéuticos; residuos de instalaciones sanitarias; uso de antimicrobianos y estiércol en la producción de cultivos; y liberaciones de la producción animal.

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