Los veterinarios garantizan el cuidado y bienestar de la fauna y la flora que habita en las casi 200.000 hectáreas que abarcan los 34 espacios protegidos con los que cuenta Castilla-La Mancha, entre los que se encuentran los Parques Nacionales de Cabañeros y las Tablas de Daimiel.
Con motivo del Día Mundial de la Vida Silvestre, el Consejo de Veterinarios de Castilla-La Mancha recuerda que el cuidado de la fauna silvestre no solo hace referencia a su conservación y protección, sino también al control ante la posible emergencia y reemergencia de zoonosis y su propagación a animales domésticos o personas, ya que las especies silvestres pueden actuar como reservorio de enfermedades zoonósicas y de nuevos agentes patógenos.
“Está demostrado que las interacciones entre animales y personas y la degradación y alteración de hábitats silvestres son una de las principales causas de la transmisión de este tipo de enfermedades”, señala Luis Alberto García Alía, presidente del Colegio de Veterinarios de Toledo.
Asimismo, incide en que “los veterinarios, como garantes de la salud y el bienestar de animales, personas y medio ambiente tenemos la responsabilidad de concienciar a la sociedad sobre la importancia del cuidado de los espacios naturales y los distintos hábitats para mantener el equilibrio de los ecosistemas”.
VETERINARIOS EN EL CUIDADO DE ESPECIES SILVESTRES
En los espacios naturales protegidos, los veterinarios son los responsables de elaborar los planes sanitarios, la puesta en marcha de campañas de prevención y erradicación de enfermedades, la evaluación de bioseguridad o el control de sanitario y de bienestar, entre otras labores.
Además, Castilla-La Mancha cuenta con 11 centros de recuperación de fauna silvestre y Centros de Investigación, en los que los veterinarios realizan informes zoosanitarios, funciones clínicas, recuperación de especies silvestres, proyectos de cría en cautividad, programas de educación ambiental y trabajan en el desarrollo tecnológico aplicado a la fauna silvestre.