Los veterinarios pretenden recorrer el próximo domingo 3 de abril las calles de Madrid para reivindicar un “reconocimiento real” de la profesión en tres niveles esenciales, el social, el administrativo y el fiscal.
La manifestación, que comenzará a las 12:30 de la mañana en la Puerta del Sol y llegará hasta el Ministerio de Sanidad, ha sido ya informada al Consejo General de Colegios Veterinarios, colegios profesionales, facultades, asociaciones y se irá difundiendo entre el sector, incluyendo todas las clínicas veterinarias, asegura Diego Villalaín, veterinario y uno de los organizadores, en declaraciones a Diario Veterinario.
Villalaín explica que están pidiendo a los veterinarios que acudan con bata blanca, un crespón verde y un brazalete negro, “ya que asistimos al funeral de nuestra profesión, estamos de luto incinerando todo esto que nos quema para que resucite lo que nos llena”.
El portavoz lamenta la categoría “de segunda” que le otorgan desde las administraciones, a pesar de ser sanitarios esenciales en aspectos como la seguridad alimentaria o en situaciones como las vividas derivadas por la pandemia de la COVID-19, en la que se ha puesto de relieve la necesidad de contar con los conocimientos de los profesionales del sector de la salud animal.
En cuanto a los niveles mencionados anteriormente para los que piden una mayor consideración, demandan, en el aspecto administrativo, una mayor igualdad en el acceso a las plazas públicas. En este sentido, reclaman la creación de un “veterinario interno residente”. “El acceso de los veterinarios a una estructura de especialización de posgrado, tanto en la carrera sanitaria pública como en las diferentes especialidades clínicas ya reconocidas en Europa, debe garantizarse y promoverse, mediante la creación de programas formativos que permitan acceder a la formación de especialista veterinario y, en el caso de Salud Pública, poder ser incluidos en el Sistema Nacional de Salud. También reclamamos que seamos incluidos en el Real Decreto de Vigilancia de Salud Pública y el acceso a la carrera sanitaria pública”, ha puntualizado Villalaín.
A nivel legal, el principal objetivo es la dispensación de medicamentos. Según cuenta el portavoz, “el Reglamento Europeo (UE) 2019/6 del Parlamento Europeo y del Consejo de 11 de diciembre de 2018, reconoce a los veterinarios europeos su legítima actividad de dispensación al por menor de medicamentos veterinarios, reconocimiento que se aplica en todos los países de la Unión Europea excepto en España y Suecia. La aplicación de esta normativa europea en nuestro país debe ser igual a la mayoría de países de la Unión y no marcar una excepción. Es imprescindible que se autorice la dispensación para la continuidad de los tratamientos garantizando el completo cumplimiento de los mismos, y para los medicamentos de cuarto canal, así como de aquellos destinados a la profilaxis antiparasitaria”.
INTRUSISMO Y LA ANSIADA BAJADA DEL IVA VETERINARIO
Por otro lado, también exigen a las instituciones “un IVA proporcional para la profesión. La profesión sanitaria requiere un IVA sanitario, ahora mismo tenemos un IVA del 21 % equiparable al de artículos de lujo, estamos hablando de salud, el resto de profesiones sanitarias lo tienen del 0”, critica.
Además, Villalaín ha puesto de relieve el problema de intrusismo existente en la profesión. “Según la Ley de Profesiones Sanitarias, los veterinarios somos los únicos profesionales sanitarios capacitados y habilitados para el tratamiento de las enfermedades y patologías de los animales. Se hace imprescindible el control de los posibles casos de intrusismo por parte de otros profesionales sanitarios, incluido las oficinas de farmacia. Aumentan las ofertas de telemedicina veterinaria en oficinas de farmacia, los canales de Youtube con ‘consejos’ veterinarios dados por farmacéuticos”, apunta.
Asimismo, añade que, en el manifiesto de la convocatoria, se detalla que “la práctica de la fisioterapia y rehabilitación animal debe ser exclusivamente realizada por veterinarios. Pese a haberse iniciado diversas acciones legales, no se están tomando las suficientes medidas para evitar dicha intrusión, reiterada y cada vez más numerosa, por profesionales de la fisioterapia”.
Por último, recalca que “es necesario un mayor reconocimiento por parte de la sociedad de las labores que realizan los veterinarios”.