Francia establece un plan de acción antes los numerosos casos de PPA en Italia

La peste porcina africana (PPA) es una enfermedad viral de los cerdos y jabalíes con graves consecuencias para la salud animal y la economía de la industria porcina. Una verdadera plaga en Asia, la peste porcina africana circula desde hace diez años en Europa del Este y fue detectada en septiembre de 2020 en Alemania. Se acaba de confirmar en enero de 2022 en Italia, en Piamonte y en Liguria, en jabalíes, a menos de 100 kilómetros de la frontera francesa.

La enfermedad es transmitida por animales, equipos, vehículos y personas infectadas que han estado en contacto con animales infectados. También se transmite a través de carnes y embutidos de animales infectados que pueden ser consumidos por jabalíes o cerdos domésticos. Hasta la fecha, no existe vacuna ni tratamiento para el virus.

En respuesta a esta situación, el Gobierno de Francia acaba de crear un plan de acción, que asocia a entidades públicas y privadas, con el objetivo de proteger su territorio. El plan gira en torno a tres ejes principales: prevención, vigilancia y preparación para luchar contra el virus en caso de que llegue a afectar al país. La implementación del plan prevé la movilización inmediata de diferentes organizaciones y un despliegue rápido de medidas. Se dirige a profesionales del sector porcino (criadores, propietarios de jabalíes y cerdos, transportistas, etc.), cazadores, agentes regionales y, también, viajeros.

Con más detalle, el plan de acción francés, contempla que para abril de 2022 se haya establecido un sistema de auditorías profesionales, visitas veterinarias y la formación de asesores en bioseguridad. Las autoridades francesas considera que cada explotación debe atenerse a la adecuación de las explotaciones a las normas en un “plazo aceptable”. 

Por otro lado, informan que también se llevarán a cabo acciones para reducir la población de jabalíes. Además, se pondrán en funcionamiento estudios epidemiológicos para conocer mejor la situación en Italia y los riesgos de propagación (riesgo ligado al desplazamiento de los jabalíes). En cuanto al programa de vigilancia del ganado y de la fauna salvaje, apuntan que este plan es "esencial para detectar lo antes posible cualquier caso sospechoso en el territorio nacional”. Las zonas en las que no se puede cazar, como los espacios naturales protegidos, serán objeto de un “seguimiento específico”. Además, se organizará una campaña de sensibilización destinada a reforzar la vigilancia de los ganaderos. 

Más allá de las acciones implementadas, el cumplimiento de las medidas de bioseguridad seguirá siendo un “imperativo a nivel nacional”, según explican las autoridades francesas. “El riesgo de introducción del virus por el transporte y los flujos de pasajeros de Europa del Este a través de alimentos contaminados constituye una amenaza permanente para el sector porcino francés en toda Francia”, indican.

“Francia está libre de peste porcina africana y es necesario que siga así. Hago un llamamiento a la responsabilidad de todos, en nombre de la protección de la salud animal, de nuestras explotaciones y de todo el sector”, defiende Julien Denormandie, ministro de Agricultura de Francia.