El poco espacio disponible y la mezcla de individuos pueden afectar el rendimiento productivo de los cerdos, pero no está claro si el espacio disponible y la mezcla entre individuos interactúan entre sí durante el período de crecimiento y finalización.
La mezcla es una estrategia de manejo común utilizada para clasificar los cerdos por peso con el fin de disminuir la variabilidad del peso corporal y facilitar las prácticas de manejo de la granja. Sin embargo, investigaciones previas establecieron que la mezcla no logra reducir la variabilidad del peso corporal final en los pesos individuales de los cerdos dentro de un corral, y que puede afectar el rendimiento del crecimiento y el bienestar de los cerdos debido al establecimiento de una nueva jerarquía social después de la reagrupación.
Por otra parte, la alimentación por fases es una buena estrategia utilizada para reducir los costes de alimentación y mejorar la eficiencia de la nutrición, pero puede resultar en limitaciones de nutrientes en condiciones de producción subóptimas, por ejemplo, estrés elevado.
Con el fin de arrojar luz sobre este asunto, un equipo internacional de investigadores, donde han colaborado Jordi Camp Montoro, David Solà-Oriol y Josep Gasa de la Universidad Autónoma de Barcelona, han estudiado los efectos del espacio disponible (SA), la mezcla de ejemplares, y la alimentación por fases (PF) en el rendimiento de los cerdos de crecimiento y finalización.
Para llevar a cabo el estudio, se realizaron tres ensayos (T). En T1 y T2, 345 cerdos pasaron a la etapa de finalización a las 11 semanas de edad y se asignaron a dos sistemas en función del espacio disponible, 0,96 m2/cerdo para un total de 15 corrales, con 10 cerdos por corral, y 0,78 m2/cerdo, para un total de 15 corrales, con 13 cerdos por corral. La mezcla entre individuos se aplicó a 5 corrales.
Para la alimentación por fases, se aplicaron 2 dietas con 0,95 y 0,82 g de lisina digestible ileal estandarizada (SID Lys) a 5 corrales de cada SA no mezclados.
En el ensayo 3 (T3), 230 cerdos pasaron a la etapa de crecimiento-finalización a las 11 semanas de edad, se mezclaron y se asignaron a 4 pruebas de espacio y alimentación por fases.
IMPACTO DE LA MEZCLA SOBRE LA PRODUCCIÓN
Tras el análisis de los datos del estudio, los autores concluyeron que el espacio disponible no afectó el rendimiento. Asimismo, los cerdos no mezclados pesaban 5,40 (T1) y 5,25 (T2) kg más que los cerdos mezclados a las 21 semanas de edad.
Por su parte, la alimentación por fases redujo el rendimiento de los cerdos en 3,45 (T1) y 4,05 (T2) kg a las 21 semanas de edad.
Sobre estos datos, consideran que “la mezcla parece tener un efecto considerable en el rendimiento productivo de los cerdos de crecimiento y finalización. Este hallazgo está de acuerdo con estudios previos que encontraron un rendimiento reducido cuando los cerdos se mezclaron al comienzo del período de crecimiento y finalización”. Por lo tanto, “el presente estudio sugiere que la estrategia de mezcla debe reconsiderarse en las modernas instalaciones y selecciones de líneas genéticas actuales”.
Asimismo, “la asignación de espacio de 0,78 m 2 /cerdo no afectó el desempeño productivo en comparación con 0,96 m 2 /cerdo”. En cuanto a la reducción de la relación SID Lys de 0,95 a 0,82 g a las 15–16 semanas de edad, comentan que “tuvo un efecto sobre el rendimiento productivo cuando los cerdos no se mezclaron. Sin embargo, las características de la canal no se vieron afectadas como consecuencia de la mezcla o la reducción de la relación SID Lys de 0,95 a 0,82 g a las 15-16 semanas de edad. Finalmente, la genética de cerdos con alto potencial de ganancia magra puede requerir una relación SID Lys más alta que las recomendaciones actuales de requerimientos de nutrientes durante el período de crecimiento-finalización”.
En conclusión, “mezclar y reducir la relación SID Lys de 0,95 a 0,82 g a las 15-16 semanas de edad tiene un impacto más marcado en el rendimiento que reducir SA de 0,96 a 0,78 m2”.