En agosto de 2021 en la India, un niño de 12 años ingresó en el hospital después de tener fiebre alta y mostrar síntomas de encefalitis, una inflamación del cerebro. A pesar de los esfuerzos médicos, su estado empeoró y días después falleció. Las muestras de sangre enviadas al Instituto Nacional de Virología de la India confirmaron que padecía una infección por Nipah, uno de los patógenos más mortales que se conocen para los seres humanos.
Si bien desde entonces no se han diagnosticado otros casos en la zona donde estaba el niño, el área permanece en alerta. Poco antes de este caso, en 2018, India ya se enfrentó a uno de los brotes más graves conocidos de Nipah, que causó la muerte de 17 de un total de 19 casos confirmados, es decir, una tasa de letalidad del 91 %.
Este virus causa una enfermedad que se propaga de manera muy rápida afectando al sistema respiratorio y el sistema nervioso central, resultando en encefalitis. La forma que tiene de contagiarse es a través de los murciélagos Pteropus, zorros voladores, que son los huéspedes naturales del virus. Así, las personas pueden contraer este virus a través de alimentos contaminados, como frutas mordidas por murciélagos.
El patógeno mortal se identificó por primera vez durante un brote de la enfermedad entre 1998 y 1999, este afectó a criadores de cerdos y otras personas que tenían contacto estrecho con cerdos en Malasia y Singapur, donde se informaron más de 100 muertes. Desde entonces, el virus ha provocado brotes esporádicos e impredecibles en Bangladesh, India y Filipinas, una región que se extiende por miles de kilómetros. Dado que los murciélagos Pteropus se encuentran en regiones de África, el sur de Asia y Oceanía que albergan a más de dos mil millones de personas, también existe preocupación porque los brotes puedan afectar otras áreas en el futuro.
A pesar de su notable potencial epidémico y su alta tasa de mortalidad, siendo reconocido como uno de los patógenos prioritarios en la lista del Plan de I+D de la Organización Mundial de la Salud (OMS), no se han aprobado vacunas y tratamientos seguros y efectivos para uso humano.
Con el objetivo de proteger a las poblaciones en riesgo de este virus, la Coalición para las Innovaciones en Preparación para Epidemias ha invertido hasta 100 millones de dólares en cuatro vacunas candidatas contra el Nipah, que están siendo desarrolladas por equipos de la industria, incluidos Auro Vaccines y PATH, Public Health Vaccines, la Universidad de Tokio y la Universidad de Oxford. Los esfuerzos para trabajar hacia al objetivo de erradicar estas futuras pandemias y epidemias ya están progresando según señala la coalición.
Una de las vacunas candidata apoyada por CEPI se convirtió en la primera en llegar a ensayos en humanos en marzo del año pasado. Esta contiene una porción de una proteína del virus Hendra, un henipavirus estrechamente relacionado con Nipah, que se ha demostrado en estudios preclínicos que protege contra ambos virus.
En cuanto al resto de las vacunas que se están desarrollando, las de Public Health Vaccines, la Universidad de Tokio y la Universidad de Oxford se encuentran actualmente en etapas preclínicas. Está previsto que en los próximos años se realicen más pruebas, que evalúen la seguridad y la inmunogenicidad.
AVANZANDO EN LA COMPRENSIÓN DE LA ENFERMEDAD
Además de financiar directamente el desarrollo de vacunas, CEPI apoya numerosos proyectos de investigación científica que tienen como objetivo aumentar la comprensión del virus y desarrollar las herramientas para apoyar la creación de nuevas vacunas.
Esto incluye una nueva asociación con la Universidad de Malasia para recolectar material biológico de los supervivientes del virus de Nipah para comprender mejor las respuestas inmunes generadas contra el virus. Dado que los brotes de Nipah suelen ser esporádicos con pocos supervivientes, el trabajo está preparado para proporcionar nueva información crítica sobre la inmunología de Nipah que no se ha estudiado previamente. También se están buscando aportes de los equipos de investigación para identificar y caracterizar las cepas del virus que se han documentado con menos detalle.
Los expertos se reúnen regularmente para monitorizar nuevos casos potenciales de Nipah y realizar un seguimiento del panorama científico de la enfermedad. Una de las últimas revisiones se publicó recientemente en The Lancet Infectious Diseases.
PERSPECTIVAS DE FUTURO
Si bien actualmente no hay casos informados de infección por Nipah en todo el mundo o son mínimos, como muestra el caso reciente en el niño de 12 años, los brotes continúan ocurriendo en todo el sudeste asiático con una regularidad “preocupante”, advierten los expertos.
El impacto de estos brotes es “severo y perjudicial”, tanto en términos humanos como sociales, y aunque tienden a ser pequeños, “no podemos descartar la posibilidad de que el virus mute y se propague más ampliamente en el futuro”, alertan.
Con el cambio climático, la destrucción de los hábitats de los murciélagos y la invasión humana en áreas previamente aisladas, el aumento de la interacción entre humanos y vida silvestre ha creado un espacio fértil para que los virus salten entre especies y entre humanos, un fenómeno que a menudo se denomina 'desbordamiento zoonótico'.
Por eso, señalan que es “importante contar con un conjunto de herramientas seguras y eficaces que se puedan implementar en respuesta a un posible brote futuro de Nipah”.