Las autoridades de Hong Kong han pedido a las tiendas de mascotas y a los propietarios que entreguen unos 2.000 hámsteres para ser sacrificados, y han suspendido temporalmente las importaciones de pequeños animales después de encontrar evidencia de una posible transmisión de COVID-19 de animal a humano en la ciudad.
Esta decisión fue tomada hace unos días, después de que las autoridades de salud detectaran algunos casos de COVID-19 en una tienda de mascotas de Hong Kong.
Las autoridades creen que las mascotas fueron importadas de Países Bajos y pidieron a quienes adquirieron un hámster después del 22 de diciembre que lo entreguen para sacrificarlo.
Sobre esta decisión, el subdirector del Departamento de Agricultura, Pesca y Conservación del Gobierno de Hong Kong, Thomas Sit, explicó en una conferencia de prensa que el sacrificio de hámsters es necesario para prevenir un brote.
“Usted preguntó por qué no hemos confirmado que el virus COVID-19 proviene de los hámsteres y se transmitió a los humanos y, sin embargo, tomamos la decisión de sacrificar a todos los hámsteres. Pero debe darse cuenta y comprender que los hámsteres ya están infectados, ya sea que sean hámsteres infectados por humanos o no. Están excretando el virus y pueden infectar a otros animales, a otros hámsters y también a los seres humanos. No queremos sacrificar a todos los animales, pero tenemos que proteger la salud pública y la salud animal y no tenemos otra opción, tenemos que tomar una decisión firme”, ha declarado Sit.
Por su parte, el controlador del Centro de Protección de la Salud, Edwin Tsui, explicó los motivos por los que consideran a los hámsteres importados la fuente de infección. “La variante del presente caso es la cepa Delta, que no es común en Hong Kong, porque en la actualidad la cepa predominante es Omicron. Esto es bastante inusual. Si se tratase de una transmisión de persona a persona, entonces puede haber una transmisión silenciosa en Hong Kong”, manifestó.
En cuanto a las vías de infección barajadas, las autoridades se basan en dos principales hipótesis. La primera es la transmisión de persona a persona entre el comerciante de la tienda y los clientes. Aunque matizan que el “contacto fue bastante breve, solo de 5 a 10 minutos y con una mascarilla puesta”.
La otra hipótesis es la transmisión de los animales al comerciante de la tienda. “Debido a que el comerciante tuvo una exposición más frecuente a los hámsteres en ese entorno, no podemos excluir la posibilidad de que el dueño de la tienda estuviera realmente infectado por los hámsteres. Así que tenemos que hacer más investigaciones”, aclaran.
A este respecto, los funcionarios de salud de Hong Kong señalaron que, a nivel mundial, no ha habido evidencia de que las mascotas puedan transmitir el virus a los humanos, “pero, como medida prudente, se deben tomar medidas preventivas contra todas las posibles rutas de transmisión”.
Ante esta decisión, la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) se ha pronunciado manifestando que “la pandemia actual de COVID-19 está impulsada por la transmisión entre humanos”. No obstante, dado que los hámsteres resultaron positivos al virus, se han generado “especulaciones sobre una posible transmisión animal-humana”.