La población felina ha crecido significativamente en los últimos años, con una estimación actual de alrededor de 70 millones de gatos domésticos en los Estados Unidos y en Canadá. Por ello la Sociedad Internacional de Medicina Felina (ISFM, por sus siglas en inglés) ha publicado una guía sobre cómo tratar el dolor en los gatos para que este no tenga un impacto negativo en el bienestar del felino.
Durante el transcurso de los años, el conocimiento que la sociedad veterinaria tiene acerca del manejo del dolor en los gatos ha progresado. Ahora, los especialistas trabajan también con tres escalas de validez para evaluar el dolor felino agudo, tomando como punto de referencia las expresiones faciales y el comportamiento del gato.
Estas tres escalas ofrecen una orientación clínica sobre la necesidad de analgesia. Sin embargo, durante las intervenciones, estos medicamentos se pueden administrar incluso cuando no se alcanza el límite si el veterinario estima oportuno que el gato podría estar padeciendo dolor.
De esta forma, la incorporación de la evaluación del dolor ha mejorado la capacidad para reconocer y evaluar el dolor en el entorno clínico. También ha dado lugar a investigaciones y estudios clínicos más sólidos, y ha proporcionado medidas de resultado más objetivas para la aprobación de medicamentos específicos para felinos.
Esta guía, creada por un panel de expertos y la Sociedad Internacional de Medicina Felina (ISFM), tiene como objetivo ayudar en la evaluación, prevención y el manejo del dolor agudo en pacientes felinos y proporcionar una pauta práctica para la selección y dosificación de analgésicos.
Entre los aspectos más destacados, recoge en primer lugar la evaluación y el propio reconocimiento del dolor en gatos. Además, añade un estudio sobre comportamientos relacionados con el dolor en los felinos, así como los factores y las limitaciones que afectan en la evaluación de ese dolor.
Los expertos también incluyen un punto relacionado con los principios del manejo del dolor en el que se trata la analgesia preventiva y analgesia multimodal, incorporando opciones farmacológicas y no farmacológicas. También mencionan el uso de técnicas de manejo amigables con los gatos, ansiólisis y cuidados de enfermería como opciones fundamentales para el manejo adecuado del dolor. Señalan que para la elección de los fármacos analgésicos se debe tener en cuenta el tipo, la gravedad y la duración del dolor, la presencia de comorbilidades y los posibles efectos adversos.
Además de los anestésicos locales, también trata el uso de los AINE (Fármacos anti-inflamatorios no esteroideos) y los opioides, e indica que se deben considerar los analgésicos adyuvantes según el felino y sus necesidades.
DESAFIOS Y LAGUNAS DE CONOCIMIENTO
La ISFM reconoce que aún existe la necesidad de una mejor comprensión del comportamiento relacionado con el dolor en los felinos, así como de técnicas para el manejo del dolor agudo a largo plazo de modo que los gatos puedan ser dados de alta, volver al entorno doméstico y que sean los propios propietarios quienes se encarguen de administrar la medicación.
Los expertos defienden que es importante investigar las técnicas anestésicas sin opioides y el papel de los gabapentinoides. Además, señalan una falta de conocimiento sobre las necesidades analgésicas pediátricas, por ello proponen más estudios en este grupo de edad.
“Aún queda por llenar un vacío importante en el plan de estudios veterinario con respecto a la analgesia felina y debe haber un esfuerzo concertado para implementar el uso de herramientas de evaluación del dolor en la práctica felina”, manifiesta la ISFM.
Puede acceder a la guía completa en este enlace.