Salir a caminar o dar un paseo con la mascota es un ejercicio saludable tanto para el animal como para la persona. No se trata solo de realizar una actividad física, sino también es un estímulo mental para perro y dueño. Por ello, durante el mes de enero se celebra en Estados Unidos el mes del paseo (Walk Your Dog Month), una costumbre que se ha comenzado a extender también a otros países como Reino Unido.
Caminar ayuda a preservar el tono muscular y el movimiento de las articulaciones de la mascota. Si el animal tiene sobrepeso u obesidad, este ejercicio puede convertirse en una excelente manera de trabajar para bajar peso.
En 2017, una encuesta realizada por la Asociación para la Prevención de la Obesidad en Mascotas mostró que el 56 % de los perros en Estados Unidos padecían problemas de obesidad, es decir, más de 50 millones de perros en todo el país. Al otro lado del atlántico, en Reino Unido, otra encuesta evidenció también que el 12 % de los perros tenían sobrepeso.
Ahora, en Europa, diversas entidades están tratando de impulsar que los países europeos se unan al mes dedicado al paseo con perros con el objetivo de mejorar su condición física.
SALIR A PASEAR, UNA MEJORA DE CUERPO Y MENTE
Estos paseos pueden ser una oportunidad para que, además de quemar grasa y energía, el perro aprenda nuevos trucos. Asimismo, la actividad física es un ejercicio con el que se liberan endorfinas que crean un estado de felicidad, por ello el perro –que debido a las bajas temperaturas durante el invierno puede pasar más tiempo en casa– mejorará su estado de ánimo.
Lo primero que hay que tener en cuenta si se quiere comenzar a realizar paseos de forma continua con la mascota es conocer el estado de salud de la misma. La American Veterinary Medical Assosiation propone una visita al veterinario antes de comenzar el ejercicio para que el profesional pueda evaluar el tono físico en el que se encuentra.
En cuanto a la intensidad y la duración del paseo, "es recomendable comenzar con caminatas cortas y descansar con frecuencia según sea necesario. Conforme se vaya ganando confianza y frecuencia, se puede aumentar gradualmente a uno o más períodos de 15 minutos de caminata rápida".
Por último, si durante el paseo parece que la mascota quiere volver a casa, puede ser conveniente intentar conducirla hasta un parque cercano o un área más familiar. Asimismo, para el perro es un buen ejercicio dejarle olfatear el entorno.