La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha reevaluado los riesgos del bisfenol A (BPA) en alimentos y propone reducir considerablemente la ingesta diaria tolerable (IDT) en comparación a su evaluación anterior en 2015. Las conclusiones de la EFSA sobre el BPA se explican en un borrador de dictamen científico que está abierto a consulta pública hasta el 8 de febrero de 2022.
El IDT es una estimación de la cantidad de una sustancia (expresada en kilogramos de peso corporal) que puede ser ingerida diariamente durante toda la vida sin riesgo apreciable. En su evaluación de riesgo del BPA de 2015, la EFSA estableció una IDT temporal de 4 microgramos por kilogramo de peso corporal por día.
Este borrador actualizado es el resultado de una evaluación exhaustiva llevada a cabo por los expertos europeos durante varios años, utilizando un enfoque sistemático para seleccionar y evaluar la evidencia disponible. Los nuevos estudios científicos que han surgido en la literatura han ayudado a abordar incertidumbres importantes sobre la toxicidad del bisfenol A.
La EFSA evaluó previamente la seguridad del BPA para su uso en materiales en contacto con alimentos en 2006 y 2015. En el momento de la última evaluación de la EFSA, los expertos solo pudieron establecer un IDT temporal debido a las incertidumbres y destacaron la necesidad de completar algunos datos. Los expertos de la EFSA llevaron a cabo un extenso trabajo preparatorio para esta nueva evaluación, incluida la publicación y las pruebas del protocolo de evaluación de peligros en 2017 y 2019.
El bisfenol A es una sustancia química que se utiliza para fabricar plástico de policarbonato, que se puede utilizar para asegurar materiales en contacto con alimentos tales como dispensadores de agua o artículos para la producción de alimentos. El BPA también se utiliza para producir epoxiresinas para formar revestimientos y revestimientos protectores para latas de alimentos y bebidas. Pequeñas cantidades de BPA pueden migrar desde materiales en contacto con alimentos en alimentos y bebidas. Esta sustancia está actualmente regulada para la fabricación de materiales plásticos mediante el Reglamento (UE) 10/2011 de la Comisión, de 14 de enero de 2011, sobre materiales y objetos plásticos destinados a entrar en contacto con alimentos.
ESTUDIO SOBRE LA EXPOSICIÓN AL BISFENOL A
En su día, Diario Veterinario se hizo eco de un estudio llevado a cabo por investigadores del Centro de Tecnología Ambiental, Alimentaria y Toxicológica (TecnATox) de la Universitat Rovira i Virgili (URV) y el Instituto de Investigación Sanitaria Pere Virgili (IISPV) sobre la estimación de la ingesta dietética de bisfenol A y de compuestos de la misma familia.
Los investigadores analizaron tanto los alimentos consumidos por estos dos grupos como las muestras biológicas. En alimentos, el BPA fue el compuesto detectado con más frecuencia, aunque también se encontraron trazas de otros compuestos estructuralmente similares (bisfenoles B y E). Con todo, se cuantificó BPA en un 93% de todas las muestras y los niveles medios de este compuesto fueron casi cinco veces superiores en los alimentos enlatados que en los frescos o envasados en vidrio. Incluso en una muestra que correspondía a los espárragos en lata, se superó el valor máximo establecido por la Comisión Europea.