Durante años, los médicos veterinarios y humanos han utilizado las biopsias de tejidos como herramientas para diagnosticar el cáncer. A día de hoy, las biopsias de tejido siguen siendo la prueba de elección para el diagnóstico definitivo de la mayoría de los tipos de cáncer. No obstante, esta técnica presenta varias desventajas.
Una característica común de las biopsias de tejido es que brindan al médico una “instantánea” del tejido tumoral. Por lo tanto, requeriría la toma de múltiples biopsias tumorales para monitorear el estado de un tumor a lo largo del tiempo. Dado que la técnica para llevar a cabo la obtención de biopsias de tejido tumoral se acompaña de riesgo de posibles complicaciones quirúrgicas y malestar para el paciente, a menudo esta prueba solo se utiliza en la etapa de diagnóstico del cáncer.
Como técnicas alternativas, los ácidos nucleicos circulantes y las vesículas extracelulares (VE) representan nuevos biomarcadores para diagnosticar el cáncer. La naturaleza no invasiva de las denominadas “biopsias líquidas”, proporciona una opción atractiva a los diagnósticos de cáncer basados en biopsias de tejido.
MECANISMO DE LA TÉCNICA
Las células tumorales liberan ADN y ARNm en el entorno extracelular, que terminan en la circulación sanguínea. Por esta razón, los ácidos nucleicos circulantes se están investigando por su potencial para ayudar al diagnóstico de cáncer y monitorear la respuesta al tratamiento.
Una proporción de este ARN circulante está contenida en VE. Las VE son estructuras cerradas por membranas de tamaños variables, que son secretadas por muchos tipos de células y liberadas al espacio extracelular.
En el estudio, un equipo multidisciplinario de oncólogos veterinarios, biólogos celulares e investigadores del cáncer, demostraron la presencia de estos marcadores circulantes en un grupo de animales con diferentes tipos de tumores, y averiguaron si podían ser útiles para el diagnóstico de estos tumores.
Para llevar a cabo la investigación, cuatro genes (CDC6, DHFR, H2AFZ y ATAD2) fueron seleccionados en base al análisis de datos publicados de muestras de tumores, y disponibles en bases de datos públicas.
Tras analizar los niveles plasmáticos de dichos genes, “los niveles de ARNm de CDC6 fueron significativamente más altos en el plasma de pacientes con tumores en comparación con los controles sanos”.
Asimismo, un subconjunto de pacientes fue seleccionado para comprobar la mejora en la detección del fragmento de ARNm libre, en comparación con el alojado dentro de los VE.
“Para CDC6, el análisis de la molécula contenida en VE mejoró su detectabilidad en comparación con el análisis de la molécula libre en el plasma total”, comentan los autores.
Por lo tanto, los VE derivados de tumores representan una potente fuente de biomarcadores tumorales debido a su carga protegida y, por ende, relativamente estable, y a su presencia en la circulación sanguínea.
“Mostramos que estos ARNm están localizados dentro de los VE. Hasta donde sabemos, este es el primer estudio que investiga los ARNm incluidos en VE como biomarcadores tumorales en la sangre de pacientes caninos con tumores. Los resultados de este estudio arrojan luz sobre las ventajas potenciales de medir los biomarcadores tumorales en los vehículos eléctricos en lugar del plasma total”.
En conclusión, “en este estudio hemos descubierto al CDC6 como un potencial candidato a biomarcador tumoral”. También “encontramos evidencias de que CDC6 está asociado a EV circulantes”. Así, “nuestro estudio revela al CDC6 circulante como un biomarcador no invasivo prometedor para el diagnóstico de tumores caninos”.