Ratifican la condena a un cliente por desacreditar a un centro veterinario en Internet

El Juzgado de Instrucción número 3 de Santander (Cantabria) dictó, en febrero de 2019, una sentencia histórica por la que encontraba culpable a un individuo por amenazar a través de las redes sociales al Hospital Veterinario de Cantabria con el fin de dañar su imagen pública. "Os vais a enterar, os voy a hundir, os voy a machacar en las redes sociales", fueron algunos de los comentarios que en 2017 el cliente profirió contra tres de los veterinarios, según recogía la sentencia. En esa ocasión, el juez lo halló culpable de un delito de amenazas leves con “una indudable intención de crear perjuicio económico sobre la clínica, dañando su imagen”.

Ahora, Diario Veterinario ha tenido acceso a la nueva sentencia que ha dictaminado la Audiencia Provincial de Cantabria, donde ratifica dicha condena volviendo a dar la razón a los profesionales y obligando al condenado a pagar una indemnización que asciende a 34.895 euros por vulnerar el derecho al honor de los veterinarios.

Después de haber amenazado a los profesionales con “macharlos en las redes”, quince días después aparecieron en la web Google My Business comentarios como “solo piensan en sacar dinero, ley del mínimo esfuerzo y dedicación con los diagnósticos de los animales, una vergüenza".

El propio texto de la Audiencia Provincial de Cantabria recoge como hechos probados para legitimar en favor de los profesionales que, a partir del 16 de octubre y hasta el 10 de noviembre de 2017, en la página web del Hospital Veterinario Cantabria aparecieron diversos comentarios sobre el trato dispensado en dicho hospital, varios de ellos a nombre de personas relacionadas con el acusado –como el padre de la novia del demandado– y que no habían requerido los servicios del hospital.

El cliente denunció también en su momento a través de los comentarios en Internet que en el centro al que acudió con su perro "no hicieron nada" ni “se le realizó ninguna prueba” y que los veterinarios realizaron un diagnóstico “erróneo e infundado”.

Tras el litigio judicial, el magistrado titular del Juzgado de Primera Instancia nº 7 de Santander considera “evidente” la creación de un abanico de cometarios negativos sobre la actuación profesional de los veterinarios con el único objetivo del “desprestigio profesional”.

Por su parte, del informe pericial se extrae que gran parte de las reseñas negativas que se añadieron a la página del centro sanitario eran también de perfiles falsos e incitaban a una valoración negativa, logrando que la puntuación en Google My Business del hospital sufriese un importante descenso.

La sentencia se apoya también en una resolución de enero de 2018 que recoge que el Colegio de Veterinarios de Cantabria concluyó que no se apreciaba negligencia en la actuación del Hospital Veterinario de Cantabria que dio origen a estos comentarios negativos, “lo que evidencia que la afirmación de que habían diagnosticado sin hacer nada ni haber tocado al perro siquiera carecía de justificación”, indica el texto.

Además de la multa anteriormente mencionada, el juez ha autorizado a Google a retirar las afirmaciones con contenidos “injuriosos, calumniosos y amenazantes” realizadas por el demandado.