Históricamente, la esterilización ha sido un proceso que ha estado ligado a procedimientos quirúrgicos. Si bien, en los últimos años han surgido multitud de alternativas farmacológicas para producir la esterilidad sin necesidad de someter al animal a una intervención.
Sobre este asunto, Virbac, empresa especializada en salud animal, ha colaborado con el CAWEC (Companion Animal Welfare Education Centre), situado en la Facultad de Veterinaria de la Universidad Autónoma de Barcelona, para la realización de un estudio con el objetivo de evaluar el efecto de la castración médica mediante un implante de Suprelorin sobre la conducta de marcaje con orina y sobre el comportamiento en general en el perro macho. Los resultados del estudio aún están pendientes de conocerse.
Susana Le Brech y Marta Amat, las veterinarias responsables del estudio, han explicado los motivos y la finalidad de la realización de esta investigación. Según explican, “queríamos hacer un estudio, sobre todo a largo plazo, porque la mayoría de estos estudios se realizan sobre animales que están castrados, y de estos estudios no hay un grupo control que no haya sido castrado”. Por lo tanto, “nos interesaba muchísimo ver el efecto de la castración y compararlo con un grupo de perros que no estuvieran castrados”.
Así, las veterinarias utilizaron Suprelorin como medio para inducir la esterilización en los animales, pues, según explica Amat, “es un método reversible, con lo que aquellos propietarios escépticos de realizar la cirugía aceptaron con mucho agrado”.
El estudio constó de “29 perros que marcaban con orina, y que fueron separados en dos grupos”. Por un lado, las investigadoras contaban con “un grupo de tratamiento, que recibía el implante de deslorelina, y por otro lado teníamos un grupo control”. Gracias al implante de deslorelina, se consigue la “esterilidad transitoria” en el animal.
En base a estos dos grupos, las expertas recopilaron datos de un cuestionario que cumplimentaron los propietarios acerca de la conducta de su perro, “sin conocer en que grupo estaba el animal”, y debían rellenar este cuestionario a lo largo de 6 meses.
A este respecto, señalan que, durante la selección de los participantes del estudio, “casi la totalidad de los propietarios que participaron no conocían la posibilidad de la esterilización médica”. Por ello, Amat anima a los veterinarios a “dar esa información, ofrecer esta alternativa a la castración quirúrgica”.
USOS DE LOS IMPLANTES DE DESLORELINA
Las veterinarias aseguran que los implantes pueden utilizarse a lo largo de toda la vida del animal, “y en el momento en que el propietario quiera dejarlos de usar, el perro recupera completamente la fertilidad”. Una alternativa excelente para aquellos propietarios reticentes a la esterilización quirúrgica.
Además, para aquellos propietarios que piensen que la esterilización quirúrgica va a cambiar el carácter del animal, “este implante es una manera de saber si va a cambiar el carácter, para bien o para mal”
Por otra parte, es destacable que la acción reversible de Suprelorin permite conocer el efecto de la esterilización para el tratamiento de algunos problemas, como trastornos de miedo, ya que, con la esterilización, “estudios recientes han demostrado que en aquellos casos que tengamos un perro miedoso este miedo podría incrementar”.
Le Brech añade otros beneficios de la esterilización médica, como su uso en animales con riesgo anestésico alto, “donde la castración quirúrgica no se indica”.
Por último, “en el caso de animales reproductores, en aquellos momentos en los que se les utiliza para reproducirse, puede utilizarse un implante para que estén más tranquilos y sean más fáciles de manejar”.