Estudian la eficacia de varios antibióticos en infecciones urinarias caninas

Las infecciones del tracto urinario (ITU) o la cistitis bacteriana esporádica son comunes en los perros. Hasta el 14 % de todos los perros pueden experimentar una infección del tracto urinario durante su vida; esto aumenta en frecuencia con la edad avanzada o después de algunas cirugías.

En cuanto a los agentes causantes de estas infecciones, en conjunto, E. coli , Staphylococcus spp., Proteus spp. y Enterococcus spp. representan la mayoría de las causas bacterianas de ITU en perros.

La terapia antimicrobiana sigue siendo la piedra angular del tratamiento de las infecciones urinarias. Las pautas de tratamiento recomiendan betalactámicos (incluidas las cefalosporinas), fluoroquinolonas, doxiciclina y trimetoprim / sulfadiazina o sulfametoxazol con una duración de la terapia de 7 días o más. Sin embargo, las guías publicadas más recientemente recomiendan 3-5 días de terapia.

Con el fin de arrojar información a este respecto, un equipo de investigadores de la Universidad de Saskatchewan han realizado un estudio para determinar la velocidad y el alcance de la destrucción in vitro de patógenos de infecciones del tracto urinario canino mediante cinco agentes antimicrobianos (ampicilina, cefalexina, marbofloxacina, pradofloxacina y trimetoprima / sulfametoxazol) después de las primeras 3 h de exposición al fármaco.

Para llevar a cabo la investigación, se determinaron la concentración mínima inhibitoria y la concentración de prevención de mutaciones, concepto que evalúa la capacidad de un antibiótico para minimizar o limitar el desarrollo de organismos resistentes, para los fármacos.

La destrucción in vitro se determinó exponiendo las bacterias a concentraciones de fármaco clínicamente relevantes.

Tras la evaluación de los resultados, “la marbofloxacina y la pradofloxacina mataron más células bacterianas y más rápido que otros agentes, según el momento de la toma de muestras y la concentración del fármaco”.

Asimismo, se observaron diferencias significativas entre los fármacos para matar cepas de Escherichia coli, Proteus mirabilis, Enterococcus faecalis y Staphylococcus pseudintermedius.

Por ejemplo, “a las concentraciones máximas del fármaco en la orina, la marbofloxacina destruyó significativamente más células de E. coli que la ampicilina”.

En este sentido, los resultados del estudio son útiles para optimizar el uso de los antibióticos, y “la eliminación rápida de las bacterias debe guiar la selección de fármacos en las terapias de ciclo corto para las infecciones urinarias no complicadas, sin comprometer la atención del paciente”.

No obstante, y si bien, según comentan los autores, “este estudio tiene algunas limitaciones dignas de consideración, como que se trata de una investigación in vitro que compara la destrucción de bacterias por agentes antimicrobianos en entornos controlados”, consideran que “más comparaciones clínicas de fármacos centradas en la duración de la terapia y la curación clínica y respaldadas por investigaciones in vitro, son esenciales para reducir los regímenes terapéuticos innecesariamente largos para infecciones no complicadas y alinearse con el enfoque One Health y los objetivos de uso responsable de antimicrobianos”.