Las prácticas correctas de cría de animales pueden reducir significativamente la necesidad de uso de antibióticos y, por lo tanto, la amenaza de resistencia a los antimicrobianos (RAM). Con este fin, una publicación de la FAO proporciona consejos prácticos a los productores de ganado para mejorar la salud animal y, por lo tanto, limitar el uso de antibióticos. El lanzamiento coincide con el inicio de la Semana Mundial de Concienciación sobre los Antimicrobianos.
Los medicamentos antimicrobianos, en particular los antibióticos, se desarrollaron para curar infecciones bacterianas en animales y seres humanos por igual. Sin embargo, su uso inadecuado (en términos de tomar un medicamento innecesariamente, una dosis excesiva del medicamento correcto o incluso el medicamento incorrecto como herramienta para la prevención de enfermedades) puede llevar a una situación en la que estas sustancias dejen de funcionar. A esto se le llama resistencia a los antimicrobianos .
Bajo el lema “Manipule los antimicrobianos con cuidado”, la FAO, la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) piden a todas las partes que se unan a la semana mundial de sensibilización sobre los antimicrobianos.
“A nivel mundial, se utilizan más antibióticos para el ganado que para los seres humanos. Dado que las bacterias resistentes pueden pasar del ganado a los humanos a través del contacto directo o los alimentos, nuestro interés común es limitar el uso de antibióticos en el ganado para disminuir la aparición de bacterias resistentes a los antibióticos también en los humanos”, subraya la FAO.
“En estas publicaciones, recomendamos tres medidas principales para prevenir enfermedades infecciosas en una granja: una buena ganadería como base para animales robustos y sanos; bioseguridad eficaz como filtro de amplio alcance para mantener las enfermedades fuera de las puertas de las granjas; y vacunas para proteger a los animales contra enfermedades específicas”, comenta Eran Raizman, experto principal en sanidad animal de la FAO.
En la práctica, en el caso de la ganadería lechera, por ejemplo, estos requieren atención a la cantidad y calidad del alimento, el bienestar y la comodidad de las vacas, el buen cuidado de los terneros, las rutinas de ordeño, el uso de inseminación artificial, la cuarentena para nuevos animales, así como la vacunación para las enfermedades que estén presentes en esa región.
Algunas de las medidas de prevención de enfermedades de la publicación requieren inversiones y costes adicionales, mientras que otras se basan en mejores habilidades de gestión. “Muchos aumentarán los ingresos tanto a corto como a largo plazo. Los agricultores que optan por un uso bajo de antibióticos en la producción ganadera pueden obtener acceso a mercados de mayor calidad con mejores precios”, afirma Raizman.
¿CÓMO Y CUÁNDO USAR ANTIBIÓTICOS?
Los expertos de la FAO explican que el tratamiento con antibióticos puede ser necesario cuando un animal o grupo de animales se enferma a pesar de las medidas de prevención de la enfermedad, y un especialista en salud animal capacitado prescribe dichos medicamentos después de un diagnóstico. Asimismo, recuerdan que los antibióticos no pueden curar las infecciones virales que a menudo causan enfermedades respiratorias y algunas diarreicas. Además, el tratamiento debe dirigirse únicamente al animal enfermo y debe evitarse la práctica de mezclar el medicamento con alimento para animales o agua a la que puedan acceder más animales.
Los consejos de la serie de publicaciones sobre cómo usar antibióticos de manera efectiva y responsable se basan en enfoques que se han probado con éxito por el bien de la salud humana y animal sin obstaculizar la productividad de las vacas.