“La resistencia a los antibióticos es una de las amenazas más graves a las que se enfrenta la salud pública y uno de los grandes retos para la medicina moderna. De hecho, causa cada año en España la muerte a más de 3.000 personas”, así lo señala la Organización Colegial Veterinaria (OCV) en el Día Europeo para el Uso Prudente de los Antibióticos, que se celebra hoy, y advierte de que “si no ponemos remedio, avances médicos que hoy son posibles gracias a los antibióticos, como una cirugía compleja, un tratamiento de quimioterapia o los trasplantes, podrían ser imposibles en un corto período de tiempo, e incluso las operaciones e intervenciones rutinarias podrían convertirse en procedimientos de alto riesgo”.
En este sentido, la OCV destaca la necesidad de abordar este problema bajo un enfoque One Health-Una sola salud, ya que “las bacterias resistentes a los antibióticos llegan a los seres humanos a través de los alimentos, el medio ambiente (agua, suelo, aire) o por contacto directo entre animales y personas”.
“Los veterinarios somos la profesión sanitaria con mayor conocimiento en programas de prevención, que es el método más eficaz en la reducción del uso de los antibióticos”, insisten desde la OCV, e inciden en que “si no hay enfermedad se hace innecesaria la prescripción y consumo de antibióticos, tanto en salud humana como en sanidad animal”.
Desde que en España se implementó en 2014 el Plan Nacional Frente a la Resistencia a los Antibióticos (PRAN), la sanidad animal ha experimentado una reducción de más de un 59 %, lo que ha tenido una repercusión directa no solo en la salud de los animales, sino en la salud de las personas y del medio ambiente, reduciendo la presencia de resistencias de forma considerable.