Hasta ahora, el control de la presencia de residuos de antibióticos en los alimentos de origen animal se realiza con posterioridad a su obtención o al sacrificio de los animales. TESTACOS, proyecto de investigación del programa Interreg POCTEFA que ha sido liderado desde el Instituto Agroalimentario de Aragón (IA2, instituto mixto de investigación CITA-Universidad de Zaragoza), plantea una alternativa a este protocolo desarrollando una herramienta pionera que permite el análisis de los residuos de antibióticos en animales en vivo. Su aplicación supondrá una mejora para el sector ganadero, que además de aumentar su competitividad, evitaría el sacrificio innecesario de animales no aptos para el consumo humano.
Otro de los objetivos del proyecto ha sido conducir un amplio estudio que ha demostrado el compromiso del sector cárnico por la producción saludable: tan solo un 0,1 % de las 5.000 muestras de carne comercializada analizadas en las ciudades de Perpignan, Toulouse, Bilbao, Logroño y Zaragoza, muestran una presencia de antibióticos superior al límite máximo de residuos (LMR) recomendado.
Estas conclusiones han sido presentadas en la conferencia de clausura del proyecto. Al acto han asistido el consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno de Aragón, Joaquín Olona, la vicerrectora de Política Científica de la Universidad de Zaragoza, Rosa Bolea, el presidente del Cluster Español de Productores de Ganado Porcino, Eduardo Costa, y el coordinador de TESTACOS y director del IA2, Rafael Pagán.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera las resistencias a los antibióticos como una de las tres grandes amenazas de salud a las que se enfrenta la humanidad en las próximas décadas. En otras palabras, los antibióticos actuales podrían dejar de ser efectivos en el tratamiento de enfermedades comunes. Proyectos como TESTACOS contribuyen a combatir estas antibiorresistencias, ayudando al sector ganadero y alimentario a un mejor control y gestión de estas sustancias.
"El sector veterinario es el principal consumidor de los antibióticos, por lo que la conexión directa entre el sector primario y la cadena alimentaria representa un riesgo de encontrar alimentos contaminados con residuos de antibióticos. Además de su posible contribución a la generación de antibiorresistencias, la presencia de residuos de antibióticos en alimentos puede ocasionar otros problemas de salud, como alteraciones intestinales, toxicidad y alergias, y puede dificultar los procesos de fermentación de alimentos tales como queso o yogur", explican.
CONTROL DE RESIDUOS EN ANIMALES VIVOS
Para evitar que los residuos de antibióticos se incorporen a la cadena alimentaria, los alimentos se someten a un riguroso control. Pero una limitación de estos controles oficiales es que los análisis se realizan sobre los alimentos una vez obtenidos de los animales (leche, huevos), o una vez se han sacrificado (carne), por lo que hay pocas posibilidades de prevenirlo en origen. Si bien por regla general los residuos se detectan y no acaban llegando al plato de los consumidores, cuando la contaminación sucede, se pierde el valor económico de esos alimentos, que deben ser decomisados y destruidos, además de suponer una sanción para los ganaderos.
Como mejora para el sector, este nuevo proyecto propone un pionero sistema analítico que pone al alcance de toda la cadena alimentaria un fácil autocontrol de los residuos de antibióticos, tanto en animal vivo -evitando así el sacrificio innecesario de animales que pudieran contener residuos de antibióticos-, como en carne comercializada. Las herramientas desarrolladas durante el estudio se han empleado para estudiar la incidencia de la presencia de residuos de antibióticos en la carne de distintas especies animales (porcino, aves, bovino, ovino, equino, etc.) comercializada en cinco de las principales ciudades del área POCTEFA (Perpignan, Toulouse, Bilbao, Logroño y Zaragoza).
Tras el desarrollo de un extenso estudio, donde se consiguió crear un banco de muestras de referencia de alto valor, se ha concluido que la sangre es la matriz más adecuada para determinar la presencia de residuos de antibióticos en animales vivos, y de este modo, confirmar la presencia de residuos de antibióticos en su carne. En segundo lugar, se ha diseñado un sistema analítico que permite detectar la presencia de los residuos tanto en sangre como en carne. Esta herramienta incluye dos tests de amplio espectro, Explorer® para carne y Explorer-Blood® para sangre; y dos posibles alternativas para la detección de quinolonas: un biosensor o una tira inmunocromatográfica (Quinoscan®).
Por último, el estudio, realizado sobre más de 5.000 muestras de carne comercializadas en la región POCTEFA, ha arrojado como resultado una escasísima presencia de carne contaminada con residuos de antibióticos por encima de los LMRs inferior al 0,1 % de las muestras, lo que demuestra el compromiso del sector cárnico por la producción de carne saludable.
LUCHA CONTRA LA RESISTENCIA ANTIBIÓTICA
A la vista de los resultados, TESTACOS propone nuevas medidas de control y gestión al sector cárnico de la región transfronteriza que pueden incrementar sus estándares de calidad, y de este modo, su competitividad. Así, se pretende contribuir a la mejora de la gestión de la salud pública de la región.
Con el encuentro de clausura se ha buscado concienciar al sector sobre el problema que actualmente representan las antibiorresistencias para la salud global, para lo cual, se ha contado con la participación de Azucena Mora de la Universidad de Santiago de Compostela. Además, la visión de la administración sobre el control oficial de antibióticos la ha expuesto Eunate Abilleira del Laboratorio Normativo de Salud Pública del Gobierno Vasco, socios del proyecto. A continuación, Luis Mata, de la empresa de biotecnología aragonesa Zeulab, ha descrito las herramientas desarrolladas junto a Georges Instamboulie, de la Universidad de Perpignan, otro de los socios del proyecto.
La presentación de los resultados de los residuos de antibióticos en las carnes comercializadas ha corrido a cargo de María Jesús Serrano, investigadora de la Universidad de Zaragoza. Finalmente, Joan San Martín, de OPP Group, ha presentado la visión del sector sobre esta problemática. El encuentro ha finalizado con una mesa redonda con todos los ponentes, donde los socios del proyecto han podido debatir con la audiencia.