Numerosas especies protistas se comparten entre humanos y cerdos. Entre ellos, Giardia duodenalis, Cryptosporidium spp. y Balantioides coli tienen una clara importancia para la salud pública y animal. Para otros como Enterocytozoon bieneusi y Blastocystis spp., su impacto en la salud animal no se ha establecido completamente.
Actualmente se dispone de poca información sobre la diversidad molecular de estos protistas en las poblaciones de cerdos. Para llenar este vacío, se ha realizado un estudio donde se ha evaluado molecularmente G. duodenalis, Cryptosporidium spp., B. coli, Blastocystis spp. y E. bieneusi en muestras fecales de cerdos ibéricos y Large White, criados en diferentes sistemas de gestión, tanto intensivos como extensivos, en el sur de España.
Se investigó un total de 151 cerdos ibéricos de cría extensiva, 140 cerdos ibéricos de cría intensiva y 184 cerdos Large White de cría intensiva. Blastocystis spp. fue el agente encontrado con mayor prevalencia (47,8 %), seguido de B. coli (45,5 %), G. duodenalis (10,7 %), E. bieneusi (6,9 %) y Cryptosporidium spp. (5,5 %).
Asimismo, los investigadores concluyeron que Blastocystis spp. fue “significativamente menos prevalente en cerdos ibéricos criados intensivamente (22,9 %) que en sus homólogos criados extensivamente (51,0 %), o en cerdos Large White criados intensivamente (64,1%)”.
Además, se encontró una prevalencia significativamente mayor para G. duodenalis, Cryptosporidium spp. y E. bieneusi en cerdos Large White que en cerdos ibéricos.
Por su parte, Balantioides coli se distribuyó de manera similar (40,0 a 51,1 %) en las tres poblaciones de cerdos investigadas.
En conclusión, los autores del estudio señalan que “los datos sugieren una exposición generalizada a enteroparásitos protistas en las poblaciones de cerdos domésticos, independientemente de la raza y el sistema de manejo de la cría”.
Asimismo, “muchas de las especies identificadas tienen potencial zoonótico y podrían representar un problema de salud pública”.