La Guardia Civil de Cantabria ha procedido a la instrucción de diligencias en calidad de investigados, por presunto delito de intrusismo profesional, a una mujer que ejercía como veterinaria sin contar con titulación homologada en España, así como a otra mujer y un hombre, propietarios de la clínica donde trabaja la reseñada.
El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil de Cantabria, comenzó una investigación, gracias a la colaboración ciudadana, al recibir informaciones sobre una clínica veterinaria de la zona occidental de Cantabria donde podía estar ejerciendo como veterinaria una mujer carente de titulación homologada.
Durante la investigación, los agentes averiguaron que esta persona prescribía medicamentos a nombre de otros profesionales durante las consultas que pasaba, y realizaba intervenciones quirúrgicas. En una de estas operaciones, un perro falleció por una posible complicación de la intervención.
La acusada contaba con la titulación de auxiliar técnico veterinario, procediendo la Guardia Civil a finales de octubre a instruirle diligencias como presunta autora de un delito de intrusismo profesional.
Continuadas las indagaciones, se averiguó que la mujer estuvo trabajando más de un año en la clínica veterinaria, instruyendo la semana pasada diligencias en calidad de investigados, a las personas que han estado al frente de la clínica durante ese tiempo, al considerarlas presuntos cooperadores necesarios en el delito de intrusismo profesional.