¿Cómo reducir el impacto medioambiental de los residuos veterinarios?

La plataforma europea para el uso responsable de medicamentos en animales (Epruma, por sus siglas en inglés) ha emitido una hoja informativa con el objetivo de crear conciencia sobre la necesidad de minimizar los impactos ambientales mediante la eliminación adecuada de los desechos farmacéuticos resultantes de la práctica veterinaria. El documento describe los enfoques para la reducción de desechos de medicamentos veterinarios y su correcta eliminación a nivel de prescriptor y usuario.

En la actualidad existe una creciente preocupación acerca de la gestión de residuos de todo tipo y su huella en el medioambiente. El desecho incorrecto de medicamentos puede llegar a provocar diferentes tipos de impactos, tales como el aumento de la resistencia antimicrobiana en el microbioma ambiental.

Por ello, plataformas como Epruma trabajan para mejorar las prácticas de reducción de residuos que acontecen a todos los niveles de la cadena veterinaria, desde prescriptores al usuario final, pasando por criadores de animales, minoristas y farmacéuticos; prestando especial atención a los residuos farmacéuticos (medicamentos veterinarios usados o sin usar, piensos, etc.) y dispositivos médicos no reutilizables (como jeringas), entre otros.

GESTIÓN Y ELIMINACIÓN DE RESIDUOS

Antes de proceder a la correcta eliminación de los residuos, la plataforma europea recomienda almacenarlos en un contenedor específico y separarlo del resto de medicamentos y dispositivos en uso para evitar confusiones y proteger la salud animal y personal.

Desde Epruma instan a los veterinarios a establecer buenas prácticas de gestión de existencias para garantizar que, si bien se dispone de existencias suficientes para las necesidades inmediatas, no hay un gran excedente que pueda hacer que las existencias caduquen antes de su uso.

“Se debe tener cuidado para minimizar el riesgo de prescripción excesiva considerando el uso del diagnóstico para asegurar la aplicación del tratamiento y la dosis más apropiados; elegir la vía de administración más adecuada; uso de envases de tamaño adecuado para cumplir con la prescripción; y cuando lo permita la legislación nacional, el veterinario debe dividir los paquetes y dispensar solo la cantidad requerida para un ciclo de tratamiento completo cuando sea necesario para minimizar los desechos”, apuntan.

En el caso de los piensos medicamentosos, “el veterinario debe seguir las directrices sobre las tasas de incorporación del fabricante y el consumo de pienso de los animales al calcular la cantidad necesaria para el tratamiento, teniendo en cuenta los casos en los que los animales pueden no estar comiendo normalmente (p. Ej., problemas digestivos o fiebre alta).

Por otra parte, piden evitar el desecho de fármacos por vías fluviales, ya que no están preparados para ello y supone un gran impacto en la contaminación del medioambiente.

También aconsejan conocer las leyes específicas del país en materia de eliminación de residuos, ya que existen diferentes vías de gestión como la ubicación de puntos de recogida específicos.

En definitiva, la correcta eliminación de residuos es un paso más en el desarrollo sostenible y es una materia que afecta a todos los estratos sociales. “La educación sobre los enfoques para minimizar el desperdicio farmacéutico debe ser una parte integral de la capacitación de todos los profesionales (veterinarios, farmacéuticos, ganaderos y sanidad animal)”.

Accede al documento completo en este enlace.