Los días 30 y 31 de octubre, Roma acogió la Cumbre del G20, la primera celebrada en Italia. Al final de dos días de sesiones de trabajo y eventos paralelos, los líderes del G20 adoptaron la Declaración de Roma. El documento es el resultado final de un año intenso de negociaciones y eventos organizados en el marco de la Presidencia italiana del G20.
En dicho informe, los líderes del G20 se comprometen a seguir un enfoque ‘One Health, Una sola salud’, a nivel global, regional, nacional y local. “Con este fin, mejoraremos los sistemas mundiales de vigilancia, detección y alerta temprana, bajo la función coordinadora de la OMS, la FAO, la OIE y el PNUMA, y abordaremos los riesgos que surgen de la interfaz entre humanos y animales, en particular la aparición de enfermedades zoonóticas”.
Antes de la reunión del G20, los representantes de la coalición Action for Animal Health, entre los que se encuentra la Asociación Veterinaria Mundial, emitieron una carta en la que se mostraban contudentes ante la falta de inversión para prevenir enfermedades zoonóticas: “Nuestros sistemas de salud no evitarán pandemias, a menos que el G20 invierta en salud animal”. Recordaban a los líderes que “incluso antes de que la pandemia COVID-19 causara estragos en nuestras vidas, las enfermedades de los animales causaban 2,7 millones de muertes humanas al año”.
Por otra parte, el documento firmado por el G20 también hace referencia a continuar con los esfuerzos mundiales para combatir la resistencia a los antimicrobianos, “garantizando al mismo tiempo el acceso a los antimicrobianos y su administración prudente, y seguir abordando otros problemas críticos, incluidas las enfermedades no transmisibles y la salud mental”.
Asimismo, reconociendo la importancia de reaccionar rápidamente a las pandemias, afirman que apoyarán a la ciencia para acortar el ciclo para el desarrollo de vacunas, terapias y diagnósticos seguros y efectivos de 300 a 100 días después de la identificación de tales amenazas.