Las alergias respiratorias y otras alergias se han vuelto más comunes en las últimas décadas por razones que son complejas y no se comprenden completamente, pero es probable que incluyan mayores tasas de sensibilización a alérgenos, junto con factores genéticos y ambientales, como contaminantes.
En lo que respecta a alergias respiratorias, son causadas por alérgenos inhalados, que se dividen típicamente en exteriores, como pólenes y mohos, e interiores, como ácaros del polvo doméstico, gatos, perros y ciertos alérgenos de insectos.
Concretamente, la alergia a los gatos es aproximadamente dos veces más común que la alergia a los perros. La prevalencia de la sensibilización a los gatos en diferentes estudios se ha reportado típicamente en alrededor del 5-20 %, y en pacientes con alergias respiratorias pueden llegar al 20-30 % o más. La alergia a los gatos es, por tanto, un problema mundial importante.
En este sentido, Andrew H. Sparkes, miembro del Colegio Europeo de Medicina Interna Veterinaria de animales de compañía, ha realizado una revisión de la literatura científica en la que recoge los puntos fundamentales sobre manejo y control de la alergia causada por estos felinos.
ALÉRGENOS PRESENTES EN LOS GATOS
Actualmente, la Organización Mundial de la Salud y la Unión Internacional de Sociedades Inmunológicas reconoce ocho alérgenos en los gatos. Sin embargo, Fel d 1 es el antígeno principal y es, con diferencia, el alérgeno más importante y potente.
Fel d 1 no comparte reactividad cruzada significativa con otras proteínas de mamíferos, aunque también es producida por otros miembros de la familia Felidae.
Asimismo, “alrededor del 90-96 % de las personas alérgicas a los gatos están sensibilizadas a Fel d 1, y es responsable del 60-90 % de la reactividad alérgica total observada en las personas afectadas”, explica el experto.
Las principales fuentes de Fel d 1 son la saliva y las glándulas sebáceas, y en menor medida también está presente en las secreciones de las glándulas lagrimales y anales, y en la orina.
Por otra parte, la producción cutánea de Fel d 1 varía según el sitio anatómico, y se ha informado que la región facial produce cantidades más altas que el tórax.
Si bien, la Fel d 1 salival se distribuye durante el aseo, con las papilas en la lengua del gato, “que absorben y depositan la saliva de manera eficiente a través del pelaje, por lo que es de suponer que el aseo también ayuda a la distribución de Fel d 1 de las glándulas sebáceas”.
MANEJO CONJUNTO ENTRE EL MÉDICO Y EL VETERINARIO
El aumento de la popularidad de los gatos como mascotas y el hecho de que muchas personas ahora pasan más del 90 % de su tiempo en entornos cerrados, “probablemente ha contribuido al aumento de la exposición a los alérgenos de los gatos y al desarrollo de alergias a los gatos en personas con predisposición a la atopia”.
Ante esta situación, Sparkes señala que los miembros del equipo de atención veterinaria “pueden involucrarse con frecuencia en discusiones con los dueños de gatos sobre el manejo de las alergias a los gatos, especialmente si el dueño o alguien en su hogar es alérgico a los gatos, y trabajar junto con los profesionales de la salud humana puede proporcionar información valiosa sobre posibles estrategias de manejo”.
Al igual que con otras alergias, la tríada clásica de opciones de manejo es, en primer lugar, la evitación (reducir la exposición a los alérgenos de los gatos). En segundo lugar, la farmacoterapia (para modificar la respuesta inmunitaria y aliviar los síntomas) y, en tercer lugar, la inmunoterapia.
En base a esta premisa, el autor analiza todas las terapias sugeridas en la bibliografía para evaluar tanto su eficacia como su aplicación práctica.
REDUCIR LA EXPOSICIÓN A ALÉRGENOS DE LOS GATOS
La evitación del alergeno o reducción de la exposición, cuando sea posible, se considera como fundamental para la gestión de las alergias, ya que evitar el alérgeno desencadenante es el medio más eficaz de prevenir reacciones en personas sensibilizadas.
Las pautas de manejo para las personas alérgicas a los gatos con frecuencia hacen hincapié en dar al animal en adopción, siempre que sea posible, ya que esto reduce de manera eficaz la exposición directa al gato, así como la exposición indirecta al Fel d 1 presente en el ambiente.
Sin embargo, “se reconoce que la fuerza del vínculo humano-gato hace que esto sea difícil para muchos propietarios y esta estrategia puede dañar la relación médico-paciente”.
La fuerza del vínculo humano-gato significa que pocos propietarios están dispuestos a separarse de su gato. El autor explica que “en una encuesta en línea de más de 2.000 dueños de gatos en los EEUU, el 84 % informó que ignorarían los consejos de renunciar a su gato incluso si se les pidiera que lo hicieran para ayudar a controlar las alergias”. Por lo tanto, estos datos “enfatizan la importancia de buscar medidas alternativas para ayudar a controlar la Fel d 1 ambiental”.
Otro método recomendado para reducir la exposición al alérgeno, es limitar el acceso para que el gato solo pueda entrar en ciertas habitaciones. No obstante, “las características físicas de la caspa significan que es poco probable que estas medidas por sí solas sean suficientes para controlar los signos de alergia”.
Por el contrario, en algunas situaciones, la restricción ambiental puede tener importantes implicaciones para el bienestar de los gatos, lo que puede resultar en frustración crónica y problemas de comportamiento que son factores de riesgo de abandono, según cuenta el veterinario, que considera que “limitar el contacto físico con el gato también puede afectar negativamente el vínculo humano-gato”.
MODIFICACIÓN Y LIMPIEZA AMBIENTAL
Se han recomendado muchas modificaciones ambientales o regímenes de limpieza para controlar el Fel d 1 en el aire y en el polvo. “Existe evidencia de que el uso de múltiples medidas de este tipo es eficaz y puede ayudar a mejorar la enfermedad clínica, pero se requiere una implementación continua”, indica.
Como ejemplos, Sparkes recuerda que puede ser útil lavarse las manos después de tocar a un gato, así como hacer cambios y lavados de ropa con regularidad para eliminar los alergenos presentes en la misma.
En cuanto al baño de los gatos para reducir el desprendimiento de Fel d 1 es una medida de manejo común que se recomienda “generalmente a intervalos semanales o dos veces por semana”.
Tras realizar la revisión bibliográfica, el autor indica que “los resultados sugieren que bañar a los gatos puede reducir la diseminación ambiental de Fel d 1, pero que cualquier reducción es de corta duración. Si bien esto podría formar parte de una estrategia combinada para manejar Fel d 1 ambiental, parecería que sería necesario bañarse dos o tres veces por semana, y cualquier beneficio debería evaluarse cuidadosamente contra el estrés potencial que esto causaría al gato y al daño. al vínculo humano-gato”.
GATOS HIPOALERGÉNICOS
Existen muchos informes anecdóticos sobre ciertas razas de gatos que son menos alergénicos, “pero no hay datos científicos que respalden ninguna afirmación”, asegura. La producción de Fel d 1 varía dentro de los gatos individuales, y está parcialmente influenciada por los niveles de testosterona.
Por lo tanto, aunque algunos gatos parecen producir más Fel d 1 y, por ello, puedan provocar reacciones más fuertes en individuos alérgicos, “todos los gatos estudiados hasta ahora producen Fel d 1”.
Otra opción sugerida para controlar la alergia es Inducir autoinmunidad a Fel d 1 en gatos. Sobre este asunto, el veterinario ha recopilado varios estudios en los que parece evidenciarse la eficacia de este método. No obstante, “aunque los resultados iniciales sugieren que la vacunación de gatos podría ayudar a reducir la secreción de Fel d 1, en el momento de redactar esta revisión la vacuna no está disponible comercialmente y, aunque no se informaron eventos adversos graves, la seguridad a largo plazo de la autoinmunidad inducida por la vacuna en los gatos tendría que comprobarse”.
DIETA FELINA COMPLEMENTADA CON INMUNOGLOBULINAS ANTI-FEL D 1
Un enfoque novedoso para reducir la contaminación ambiental de Fel d 1 se ha centrado en neutralizar Fel d 1 después de que se ha producido, mediante el uso de anticuerpos policlonales anti-Fel d 1 de huevo de gallina (anticuerpos IgY).
Se realizaron estudios en gatos utilizando una dieta de control o una dieta de prueba, las mismas croquetas pero recubiertas con IgY anti-Fel d 1. El veterinario indica que “la dieta de prueba pudo neutralizar un promedio de casi el 30 % de Fel d 1 activo en la saliva del gato, con reducciones observadas tan pronto como 2 semanas después de comenzar la dieta”.
Asimismo, en un ensayo controlado posterior con 20 gatos adultos, “la dieta de prueba produjo una disminución significativa en la media de Fel d 1 activo en saliva”, añade.
INMUNOTERAPIA Y MEDICINAS PARA LA ALERGIA A LOS GATOS
Si bien existen tratamientos a base de los medicamentos inmunosupresores propios para controlar las alergias, la inmunoterapia con alérgenos, aunque no siempre tiene éxito, “se recomienda para personas que padecen rinitis alérgica de moderada a grave o asma que no se controla adecuadamente la farmacoterapia disponible”, comenta Sparkes.
Así, se ha sugerido que es probable que algunos pacientes alérgicos a los gatos se beneficien de la inmunoterapia con alérgenos, “pero que se requieren estudios más amplios para desarrollar un consejo definitivo”.
En conclusión, la sensibilización humana a los alérgenos de los gatos es un problema común y, aunque los dueños alérgicos a los gatos pueden pasar menos tiempo en contacto cercano con su gato en un intento de evitar provocar síntomas, “está claro que la contaminación del medio ambiente con Fel d 1 es un problema importante”.
Dado que las recomendaciones de dar el gato en adopción rara vez se siguen, el autor explica que “los esfuerzos para reducir la carga ambiental de alérgenos, combinados con farmacoterapia e inmunoterapia con alérgenos cuando sea necesario son importantes”.