​La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición ha publicado su memoria de 2020

La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) ha publicado su memoria de 2020, un documento de más de 100 páginas, donde expone las actividades realizadas en la Agencia, en el marco de los objetivos y líneas de trabajo que desarrolla. Su objetivo general es la promoción de la seguridad alimentaria y la nutrición, como aspecto fundamental de la salud pública y ofrecer garantías e información objetiva a las personas consumidoras y agentes económicos del sector agroalimentario español, desde el ámbito de actuación de las competencias de la Administración General del Estado, en coordinación y con la colaboración de las demás Administraciones públicas y los sectores interesados.

A lo largo del año 2020 se ha gestionado a través del Sistema Coordinado de Intercambio Rápido de Información (SCIRI) un total 633 expedientes relativos a productos alimenticios en los que ha estado implicada España, de los cuales 356 correspondieron a alertas, 166 a informaciones, 103 a rechazos de productos alimenticios y 8 a los clasificados como “varios”.

En lo relativo a las alertas, en el año 2020 se ha producido un aumento en el número de expedientes de alerta del 21,5 % respecto a 2019 y del 68 % si la comparación la hacemos respecto a 2016. Llama la atención el incremento significativo del número de alertas (63) respecto al resto de notificaciones, llegando a representar el 56 % del total.

Los 633 expedientes gestionados tuvieron asociados un total de 13.325 documentos; en el caso de las alertas.

Haciendo un análisis de las notificaciones gestionadas, de las 633 notificaciones, el 46 % fueron debidas a peligros detectados en productos de origen vegetal, el 37 % en productos de origen animal, el 12 % en el grupo de otros productos; y un 5 % corresponde a materiales en contacto con alimentos. Estos porcentajes se han visto influidos por el incidente de las semillas, ya que en 2019 los productos de origen animal se situaban en primer lugar con un 45 % de las notificaciones, seguidos por los de origen vegetal con un 30 %.

Al igual que en años anteriores, el mayor número de notificaciones correspondió a productos de la pesca (23 % del total de las notificaciones); destacaron en segundo y tercer lugar los frutos secos, entre los que se contabilizan las semillas de sésamo, y los cereales, harina y derivados, entre los que se encuentran productos elaborados con semillas de sésamo, que juntos suponen el 34,5 % de las notificaciones. El resto de los productos, aunque con menor número de notificaciones en conjunto, han seguido un patrón similar al de años anteriores.

Si se analizan los principales peligros dentro de cada grupo, encontramos que entre los peligros biológicos la gran mayoría de las notificaciones (102) han sido ocasionados por bacterias, destacando un año más, la presencia de Salmonella, seguida de Listeria.

En el caso de los peligros químicos destacan con un 75 % la presencia de fitosanitarios. En segundo lugar, se sitúan los metales pesados, mayoritariamente mercurio en productos de la pesca, y el resto de peligros: toxinas fúngicas, sobre todo aflatoxinas en frutos secos; la composición de los alimentos, mayoritariamente sustancias prohibidas o no autorizadas en complementos alimenticios; y aditivos, fundamentalmente sulfitos en productos de la pesca; mantiene un lugar similar al de otros años.

Por último, atendiendo al origen de los productos notificados a través del SCIRI, en el año 2020, el 58 % de los productos notificados fue de origen comunitario y, de este porcentaje, el 27% de las notificaciones correspondieron a productos de origen español. Los rechazos son productos de terceros países que no se han llegado a comercializar en el mercado de la UE.

Pueden acceder a la memoria de 2020 en este enlace.