La actual pandemia mundial ha atraído una atención sin precedentes a la profunda amenaza para la salud humana que representa la adaptación de patógenos animales a nuevos hospedadores.
Se prevé que los rápidos cambios y las tendencias antropogénicos, como la migración mundial, aumenten aún más el potencial de que tanto la población humana como la población animal se encuentren con nuevos agentes infecciosos. Esto, a su vez, puede dar lugar a interacciones complejas entre cepas o especies de patógenos dentro del mismo hospedador, y estas infecciones pueden conducir al intercambio de material genético entre los agentes infectantes y la generación de nuevos genotipos de patógenos.
Centrándose en la esquistosomiasis, una enfermedad importante que actualmente infecta a más de 220 millones de personas, el Royal Veterinary College (RVC), la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres (LSHTM) y la Universidad de Gaston Berger, Senegal (UGB), han realizado un estudio que demuestra cómo las complejas interacciones entre las especies de patógenos, incluida la hibridación de parásitos, pueden hacer peligrar los esfuerzos de control de enfermedades.
Asimismo, el estudio integra nuevos enfoques de modelos matemáticos con datos moleculares y epidemiológicos de parásitos recolectados de humanos y su ganado, en Senegal, donde las infecciones por esquistosoma hibridado son altamente prevalentes.
En este sentido, el ganado se identifica como un hospedador reservorio clave dentro de este sistema, y con un número reproductivo básico estimado (R0) para esquistosomas híbridos de origen zoonótico, que es mayor que el umbral crítico de 1.
Por lo tanto, estos aspectos “incluyen la posibilidad de que la esquistosomiasis pueda propagarse y establecerse más allá de sus límites geográficos originales, incluso sin transmisión zoonótica en curso, como ha sido destacado por la reciente identificación de esquistosomas híbridos en pacientes dentro de Córcega”, explican los autores.
De este modo, el documento demuestra claramente la importancia de considerar el control de enfermedades desde una perspectiva de múltiples patógenos y múltiples hospedadores.
De manera más general, “este trabajo enfatiza cómo, a medida que la humanidad se enfrenta a cada vez más desafíos nuevos en forma de infecciones emergentes y reemergentes, comprender todos los aspectos de los procesos ecológicos que permiten e impulsan la persistencia y propagación de amenazas a la salud pública, tanto antiguas como nuevas, será fundamental para aliviar su impacto y es más importante ahora que nunca” indican.
La profesora Joanne Webster, profesora de enfermedades infecciosas en el RVC e investigadora principal del estudio, explicó que “estamos todos muy orgullosos de este trabajo y de las implicaciones y aplicaciones que tiene para traducirlo en políticas y prácticas de salud internacional, enfatizando la necesidad imperiosa de considerar los programas de eliminación de enfermedades dentro de la perspectiva de One Health y para la colaboración entre los sectores de salud pública y veterinaria”.
El trabajo representa un “avance fundamental para los enfoques multidisciplinarios del modelado matemático de la dinámica de transmisión de enfermedades, incorporando aquí con éxito datos moleculares y epidemiológicos de humanos y animales para permitir la inclusión de múltiples especies hospedadoras con múltiples especies de parásitos con potencial de hibridación en un marco modelo", concluye Webster.