La tripanosomiasis es un problema importante para los ganaderos de África, Asia y América Latina. Concretamente, Trypanosome congolense es un parásito que se transmite por la picadura de la mosca tsetsé y afecta en gran medida al ganado en el África subsahariana. Esta enfermedad mata a 3 millones de cabezas de ganado cada año.
En una investigación reciente, los científicos han logrado entender el mecanismo de T. congolense, parásito que causa la infección por tripanosomiasis animal (AAT, por sus siglas en inglés), el equivalente del ganado a la enfermedad del sueño.
Uno de los puntos tratados por el estudio revela diferencias clave en la biología de este parásito, que causa infección en animales, en comparación con el Trypanosoma brucei, estrechamente relacionado, y que afecta a las personas.
Además, los hallazgos también podrían ayudar a arrojar luz sobre cómo el parásito interactúa con el sistema inmunológico del animal, respaldando aún más los esfuerzos para controlar la infección. Estos conocimientos podrían allanar el camino en el desarrollo de medicamentos para tratar la AAT y apoyar más estudios sobre el parásito T. congolense.
ABSORCIÓN DE NUTRIENTES
Durante la investigación, el equipo de científicos encontraron diferencias clave en la forma en que T. congolense y T. brucei interactúan con la glucosa y los ácidos grasos en la sangre.
Asimismo, también encontraron variaciones en la forma en que cada uno genera las moléculas clave que necesitan para funcionar en el torrente sanguíneo. Estos conocimientos ofrecen potencial para nuevos fármacos diseñados para interferir con estos procesos en T. congolense, para evitar que perpetúe la infección.
“Nuestro estudio ayuda a analizar las diferencias entre las especies de parásitos en detalle y ayudará a predecir la eficacia y las interacciones de los medicamentos”, explican los autores.
En este sentido, una nueva comprensión del comportamiento del parásito también podría ayudar a explicar cómo la resistencia a los medicamentos se ha convertido en un problema importante en el tratamiento de la AAT. Por ello “se necesitan con urgencia nuevas terapias para tratar las infecciones, que se han manejado con los mismos pocos medicamentos durante décadas”, advierten.
Los investigadores utilizaron el análisis de datos para comparar la composición genética de ambos parásitos. También estudiaron cómo respondían los parásitos a las pruebas que interrumpían funciones biológicas claves en cada uno.
“La escala de las infecciones por tripanosomas africanos en animales es enorme y causa devastación para el ganado, especialmente para los ganaderos. Hay tratamientos limitados disponibles y la resistencia a los medicamentos es un problema importante. Esta investigación constituye un recurso valioso para el parásito T. congolense, que esperamos sustente más investigaciones para apuntar a este importante patógeno”, explica Liam Morrison, uno de los autores del estudio.