La Organización Colegial Veterinaria (OCV), junto a la Federación Europea de Veterinarios, pide a los parlamentarios europeos que refrenden la nueva normativa de la UE sobre medicamentos veterinarios, que estaba consensuada y entra en vigor en enero de 2022, porque “es la mejor vía para proteger la salud de animales y personas, así como para seguir avanzando en la lucha contra la resistencia a los antibióticos”.
De esta forma, la OCV se opone a la propuesta de la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria del Parlamento Europeo, que lleva a votación la próxima semana en la Eurocámara una nueva moción para ampliar -sin fundamento científico- las restricciones en la normativa hasta prohibir en veterinaria el uso de antibióticos que son esenciales para los animales domésticos y de producción, como colistina, macrólidos o cefalosporinas, entre otros.
El presidente de la OCV, Luis Alberto Calvo, subraya que la futura normativa “ya contempla numerosas medidas y restricciones en el uso de antimicrobianos en animales con el objetivo de avanzar en la lucha contra la resistencia a los antibióticos en personas y animales”, y lamenta que esta moción de última hora carece de criterios científicos y su aprobación tendría consecuencias lamentables tanto para la sanidad y el bienestar animal como para la salud pública.
En este punto, recuerda que la futura normativa tiene el respaldo científico de organismos de la importancia de la Agencia Europea del Medicamento, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria o el Centro Europeo para el Control y Prevención de Enfermedades, y sigue los criterios tanto de la OIE como de la OMS.
LUCHA FRENTE A LA RESISTENCIA DE ANTIBIÓTICOS
“Los veterinarios lideramos la reducción del uso de antibióticos y, con ello, la lucha contra la resistencia a los antibióticos en animales y personas bajo el enfoque One Health”, destaca Calvo, que señala que hay que seguir haciendo esfuerzos, pero siempre teniendo en cuenta que a ninguna persona o animal se le puede privar de un medicamento cuando un profesional sanitario lo considera imprescindible.
En este punto, sostiene que “los antibióticos deben usarse tan poco como sea posible, pero tanto como sea necesario” y recuerda que más del 60 % de las enfermedades infecciosas de los animales son transmisibles a las personas, y por ello “disponer del arsenal terapéutico necesario para tratar infecciones en los animales es fundamental para proteger la salud pública”.
El presidente de la OCV incide en que “cualquier medida política relacionada con la sanidad animal o la salud pública se debe adoptar bajo estrictos criterios científicos” y por ello pide a los eurodiputados que “voten a favor de la salud y en contra de una moción dañina para animales y personas”.