En los perros, los cambios en la frecuencia cardíaca (FC) pueden reflejar sensaciones como miedo o angustia, así como dolor. Sin embargo, estos aspectos no se evalúan de forma rutinaria en pacientes que son sometidos a ejercicios de rehabilitación.
Conocer los cambios esperados de la FC durante los ejercicios de rehabilitación puede orientar los protocolos y optimizar la terapia posoperatoria. Los objetivos principales de un nuevo estudio fue evaluar la frecuencia cardíaca en perros sometidos a ejercicio en cinta rodante durante la caminata y comparar las tres técnicas de toma de frecuencia cardíaca, es decir, auscultación, un monitor de frecuencia cardíaca (HR Monitor) y un monitor Holter (Holter).
Según cuentan los autores, “presumimos que la FC aumentaría en un 20 % durante el ejercicio, y que la FC tomada después de la caminata, no sería la misma que la registrada durante el ejercicio, y que todos los métodos de medición tendrían una buena concordancia”.
Para llevar a cabo la investigación y evaluar las premisas, la FC se registró con todos los métodos simultáneamente en ocho perros adultos sanos de razas grandes durante el reposo, inmediatamente antes del ejercicio, durante el ejercicio, y 15 y 60 segundos después del ejercicio.
El aumento de la frecuencia cardiaca se reflejó durante el ejercicio, y estas elevaciones de FC durante el ejercicio no se reflejaron en los tiempos post-ejercicio. “El regreso inesperadamente rápido a los niveles de FC previos al ejercicio podría deberse al tono vagal alto de los animales sanos que se someten a un ejercicio ligero. Una recuperación rápida de la FC a los 10 segundos después del cese del ejercicio se ha relacionado con una menor mortalidad y se atribuye a la reactivación del sistema nervioso parasimpático”, explican los autores. Asimismo, indican que la auscultación no fue posible durante el ejercicio.
Además, existieron correlaciones significativas, de moderadas a fuertes, entre todas las opciones de monitoreo en cada uno de los puntos de tiempo. Por otra parte, no hubo correlaciones entre la FC y la edad o el peso.
En resumen, “la principal limitación de este estudio es que solo se utilizaron perros sanos y de razas grandes. Pero los monitores capturaron el aumento de la FC durante el ejercicio y podrían orientar los regímenes de ejercicio para minimizar el riesgo de lesiones del paciente y maximizar la efectividad del entrenamiento”.