Si bien en las últimas décadas los impactos ecológicos de las especies exóticas invasoras (EEI) han sido ampliamente registrados, sigue habiendo escasez de información sobre sus impactos económicos. Europa tiene fuertes vínculos comerciales y de transporte con el resto del mundo, lo que facilita la introducción de cientos de EEI.
En un estudio reciente, se han detallado y cuantificado los costes económicos de las EEI en los países europeos, así como examinado las tendencias temporales de estos datos. Además, se analizaron las distribuciones de costes entre países, sectores socioeconómicos y grupos taxonómicos, así como las correlaciones socioeconómicas de los costes de gestión y daños de las EEI.
En este sentido, los costes totales de las EEI en Europa ascendieron a 116.61 mil millones de euros entre 1960 y 2020, y la mayoría (60 %) están relacionados con daños y afectan a múltiples sectores, según recoge el estudio.
Asimismo, los costes están geográficamente extendidos pero dominados por los daños de las EEI en los grandes países de Europa occidental y central, es decir, Reino Unido, España, Francia y Alemania.
Pero las diferencias culturales entre países, las percepciones regionales y las prioridades nacionales también pueden influir en el nivel y la forma de presentación de informes, por ejemplo, a través de los sectores que se perciben como de importancia económica específicos del país, como la silvicultura y la agricultura.
En este sentido, en una encuesta a nivel europeo sobre las actitudes hacia la biodiversidad indicó diferencias sustanciales entre los ciudadanos de diferentes países en sus percepciones hacia las plantas y animales recién introducidos. En algunos países, se ha percibido que los taxones exóticos, como los árboles, brindan servicios de patrimonio cultural, particularmente en áreas con niveles más bajos de desarrollo y calidad de vida, lo que podría influir en los informes de costes.
Por ejemplo, los residentes de España, Portugal y Eslovenia tenían más probabilidades de ver estas especies como una gran amenaza para la biodiversidad, mientras que los de Finlandia, los Países Bajos y los países de Europa del Este tenían menos probabilidades de estar preocupados por las amenazas de las especies introducidas.
A pesar de las diferencias, los costes de invasión han aumentado exponencialmente a lo largo del tiempo, con hasta 23.58 mil millones de dólares (19.64 mil millones de euros) en 2013 y 139.56 mil millones de dólares (116.24 mil millones de euros) en impactos extrapolados en 2020.
En resumen, sigue habiendo lagunas de conocimiento en varias escalas geográficas y taxonómicas, lo que indica que estos costes están muy subestimados.
Por lo tanto, “instamos a que se incrementen y mejoren los informes de costes de los impactos económicos de las EEI y a la acción internacional coordinada para evitar una mayor propagación de EEI y mitigar sus impactos”, comentan los autores del estudio.