Muchos veterinarios experimentan agotamiento y fatiga que pueden provocar un efecto adverso para su salud. Cuanto más tiempo experimente un veterinario este estado, mayores serán las posibilidades de que brinde un nivel de atención más bajo y, en última instancia, deje la profesión, si no ocurre algo peor.
Habiendo experimentado personalmente el agotamiento, Ivan Zak, CEO de la consultora veterinaria VIS, decidió encontrar una solución para intentar lograr un impacto considerable en el bienestar del sector veterinario. Investigó si una adecuada metodología de gestión empresarial puede disminuir el agotamiento y la fatiga por compasión en el ámbito veterinario.
Zak realizó una encuesta para encontrar soluciones prácticas con la idea de ayudar a combatir el agotamiento en la profesión veterinaria. “Gracias a todos los que ayudaron a contribuir con esta encuesta e investigación sobre el agotamiento en el campo veterinario, logramos superar nuestro objetivo de 1.000 respuestas y recibir 1.457 respuestas”.
LA PANDEMIA HA AUMENTADO LOS NIVELES DE ESTRÉS
El agotamiento es un problema importante en el campo veterinario. Esto no solo lo sienten los veterinarios, sino también los técnicos veterinarios, los asistentes de las perreras y el personal de administración.
Sobre el problema del agotamiento en el campo veterinario, Sandi Ryan, gerente del Hospital Veterinario Delaware Valley, cuenta que “debido a la pandemia y a las medidas de confinamiento en el hogar, hay una gran cantidad de nuevos clientes que compran o adoptan mascotas, ya que ahora están más tiempo en casa. Si bien esto es excelente para la industria, solo hay un número limitado de horas al día y los clientes son extremadamente exigentes con respecto a la necesidad de citas inmediatas”.
En este sentido, Ryan explica que “los nuevos dueños de mascotas tienen muchas preguntas e inquietudes, desde la comida hasta la masticación, la estancia en el transportín, etc. Esta es una gran fuente de estrés para todo el equipo”.
Por otra parte, la pandemia de COVID-19 ha causado aún más estrés y agotamiento en el campo veterinario. Esta crisis ha creado un estrés adicional y ha obligado a las empresas veterinarias a funcionar de manera diferente, con citas previas y aforos limitados. Esto causa más frustración entre los dueños de mascotas y los veterinarios. Este estrés y frustración pueden hacer que el agotamiento ocurra de forma más frecuente y acusada.
EL NIVEL DE AGOTAMIENTO ES MUY ALTO ENTRE LOS JÓVENES
Según explica Zak, “la Asociación Estadounidense de Medicina Veterinaria publicó un artículo en octubre de 2020 que mostraba que solo 1/3 de los veterinarios recomendarían esta profesión. Al mismo tiempo, esto puede afectar al futuro del campo veterinario, ya que menos personas se convierten en veterinarios para reemplazar a las generaciones mayores, lo que provoca una escasez de veterinarios”.
Asimismo, la encuesta reveló algunos resultados predecibles, lo que demuestra que el agotamiento es uno de los problemas más importantes que afectan negativamente a la profesión veterinaria.
“Si bien la mayoría de los profesionales veterinarios consideran que su trabajo es significativo y su satisfacción laboral es generalmente alta, el grado de agotamiento debido a las demandas laborales está aumentando”. En este sentido, “los encuestados mostraron un nivel peligrosamente alto de angustia, signos de agotamiento físico y emocional, y sintieron una sensación de pavor al pensar en el trabajo que tenían que hacer”.
Al mismo tiempo, Zak hizo algunos descubrimientos inesperados, y uno de ellos fue una correlación directa entre la edad del encuestado y la tasa de agotamiento. Según los resultados de la encuesta, el grupo de edad menor de 30 años (que constituía el 27 % de los encuestados), mostró el desgaste más significativo entre los profesionales veterinarios.
Aparte del agotamiento, el experto también recopiló información sobre los niveles de energía física y entusiasmo en el trabajo. Los resultados indicaron la misma relación, los profesionales del grupo de edad más joven estaban menos entusiasmados y más agotados físicamente que sus pares de otros grupos de edad.
Infografía de VIS.
“La razón de un mayor desgaste puede ser que la generación más joven pone más énfasis en el equilibrio entre el trabajo y la vida. Es más difícil para ellos manejar largas horas o experimentar frustración por otros factores, como la falta de control al lidiar con problemas en el trabajo”. Buscando abordar este problema “he considerado una correlación entre las industrias de la salud humana y veterinaria y propuse que la implementación de la metodología de pensamiento positivo puede ayudar a apoyar el bienestar mental de los empleados veterinarios y mantener altos sus niveles de motivación”.
En conclusión, el agotamiento es un problema que no se puede ignorar, ya que “socava el futuro de toda la industria veterinaria”.
“Al darnos cuenta de los factores que contribuyen al agotamiento, podemos ayudar a cambiar la forma en que los veterinarios se sienten acerca de su profesión y, con suerte, aumentar la cantidad de personas que recomendarían esta profesión a las generaciones más jóvenes”, subraya.
En resumen, “cambiar las negatividades con la profesión ayudará al bienestar del veterinario, lo que, a su vez, tendrá un resultado más positivo para los pacientes”.