Una declaración de salud mundial histórica del G7, que se acordó en la reciente reunión celebrada entre los líderes mundiales de los países que lo integran, incluye el compromiso de garantizar que la devastación mundial causada por COVID-19 nunca se repita y la creación de un nuevo centro para desarrollar vacunas para prevenir zoonosis, enfermedades que se transmiten de animales a humanos.
Además de reconocer la importancia del enfoque One Health para afrontar los desafíos de la salud futura, los líderes del G7 acordaron establecer un nuevo Centro de Innovación y Fabricación de Vacunas para Animales en Reino Unido, financiado por la Oficina de Desarrollo y la Commonwealth Extranjera, el Consejo de Investigación de Biotecnología y Ciencias Biológicas (BBSRC) y la Fundación Bill & Melinda Gates (BMGF), y se ubicará en el campus del Instituto Pirbright.
Tres de cada cuatro nuevas enfermedades humanas se originan en animales y estas enfermedades están surgiendo a un ritmo creciente. El control de las enfermedades zoonóticas es un elemento clave del plan del Gobierno del Reino Unido para prevenir futuras pandemias, el primer plan articulado por un líder del G7 sobre preparación para una pandemia. Parte de este plan es establecer un Centro de Innovación y Fabricación de Vacunas para Animales del Reino Unido en el Instituto Pirbright con el objetivo de detener las nuevas enfermedades transmitidas por animales antes de que pongan a las personas en riesgo.
La declaración del G7 establecerá los pasos que tomarán los países para prevenir una futura pandemia, incluida la reducción del tiempo necesario para desarrollar y autorizar vacunas, tratamientos y diagnósticos para cualquier enfermedad futura a menos de 100 días, un compromiso para reforzar las redes de vigilancia global y capacidad de secuenciación genómica y apoyo para reformar y fortalecer la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El nuevo centro se basará en la experiencia líder mundial de Pirbright para acelerar la entrega de vacunas para las enfermedades del ganado. “Estas enfermedades representan un riesgo para las personas si mutan para convertirse en transmisibles a los humanos y pueden devastar la agricultura internacional. El centro evaluará rápidamente nuevas tecnologías prometedoras en el campo y desarrollará y probará nuevas vacunas para enfermedades emergentes”, explican.
El propio instituto subraya que jugaron un papel clave en la lucha liderada por el Reino Unido contra COVID-19 a través de su apoyo al desarrollo de la vacuna Oxford-AstraZeneca, mediante el uso de un modelo de cerdo establecido para probar las respuestas inmunes a la vacuna. “Dos enfermedades globales devastadoras: la viruela y la peste bovina (las dos primeras enfermedades de la historia en ser totalmente erradicadas) fueron erradicadas con vacunas desarrolladas por científicos británicos, la última incluía al científico de Pirbright Walter Plowright”, afirman.
El primer ministro Boris Johnson comentó: “En el último año, el mundo ha desarrollado varias vacunas eficaces contra el coronavirus, las ha autorizado y fabricado al ritmo y ahora las está poniendo en los brazos de las personas que las necesitan. Pero para derrotar verdaderamente al coronavirus y recuperarnos, debemos evitar que una pandemia como esta vuelva a suceder. Eso significa aprender lecciones de los últimos 18 meses y hacerlo de manera diferente la próxima vez. Me enorgullece que, por primera vez hoy, las principales democracias del mundo se hayan unido para asegurarse de que nunca más seremos tomados desprevenidos”.
Por su parte, Bryan Charleston, veterinario y director ejecutivo de Pirbright, señala que “existe una necesidad global insatisfecha de acelerar el desarrollo de vacunas de laboratorio para proporcionar productos efectivos para que los ganaderos controlen las enfermedades en sus animales. La prevención de enfermedades mediante la vacunación ayudará a asegurar el suministro de alimentos y, por lo tanto, mejorará la salud y el bienestar humanos. La importancia de este centro ha sido reconocida por UKRI-BBSRC, FCDO y BMGF, quienes han trabajado juntos para desarrollar un plan para establecer esta nueva instalación que también jugará un papel clave en el control de enfermedades zoonóticas”.
También se pronunció el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom: "Damos la bienvenida a la Declaración de Salud de Carbis Bay, particularmente ahora que el mundo comienza a recuperarse y reconstruirse de la pandemia de COVID-19. Juntos debemos aprovechar la importante respuesta científica y colaborativa a la pandemia de COVID-19 y encontrar soluciones comunes para abordar muchos de las brechas identificadas. Con este fin, la OMS da la bienvenida y llevará adelante la propuesta del Reino Unido para establecer un radar pandémico mundial. Como comentamos, el mundo necesita un sistema de vigilancia global más fuerte para detectar nuevos riesgos de epidemias y pandemias".