Durante la jornada celebrada en el día de hoy, el Parlamento Europeo instó a la Comisión Europea a declarar ilegales las jaulas para animales de granja en toda la Unión Europea para 2027, adoptando una resolución sobre la Iniciativa ciudadana europea “Poner fin a la edad de las jaulas”.
La resolución fue aprobada por una abrumadora mayoría, con 558 eurodiputados a favor, 37 en contra y 85 abstenciones. De esta forma, reclaman a la Comisión que revisen la directiva de la UE sobre animales de granja, la Directiva 98/58/CE, con el fin de eliminar los sistemas de jaulas.
Los parlamentarios también destacaron la necesidad de garantizar que todos los productos comercializados en el mercado de la UE, incluidos los importados, cumplan con las futuras normas sin jaulas. Hicieron hincapié en la necesidad de proporcionar incentivos y programas financieros adecuados para ayudar a los agricultores durante la transición.
Además, el Parlamento de la UE pidió a la Comisión que “presente propuestas para prohibir la alimentación forzada cruel e innecesaria de patos y gansos para la producción de foie gras”.
Los parlamentarios también presionaron a la Comisión para que acelere su revisión de la legislación de bienestar animal de la UE, pidiendo que esto se complete para 2022 en lugar de finales de 2023 como está previsto actualmente. Lo que garantizaría que se introduzca dentro del mandato de la Comisión actual, que dejará el cargo en 2024.
La comisaria de Salud, Stella Kyriakides, expresó su apoyo a la Iniciativa "Poner fin a la edad de las jaulas". Afirmó que el compromiso de la Comisión de mejorar el bienestar de los animales “sigue siendo un imperativo moral, sanitario y económico. Y para mí, es un compromiso personal luchar por el cambio”, agregó.
Anteriormente, durante una audiencia del Parlamento en abril, el comisario de Agricultura de la UE, Janusz Wojciechowski, destacó que la Comisión promete trabajar intensamente para acabar con la era de las jaulas.
REACCIONES
Olga Kikou, jefa de Compassion in World Farming EU y una de las ciudadanas que lidera la Iniciativa de Ciudadanos Europeos 'End the Cage Age', ha expresado que “los ciudadanos han estado esperando durante años para ver materializarse la prohibición de las jaulas. Estamos encantados de que el Parlamento Europeo haya adoptado una postura firme contra las jaulas. Ha llegado el momento de que los políticos pongan las palabras en práctica. A partir de hoy, la pelota está en la cancha de la Comisión”.
Por su parte, la eurodiputada Anja Hazekamp, copresidenta del grupo de trabajo de la eurodiputada sobre agricultura sin jaulas, añadió: “Tras la exitosa iniciativa ciudadana, firmada por 1,4 millones de ciudadanos, el Parlamento Europeo se une ahora a la convocatoria ampliamente apoyada para liberar a los animales de sus jaulas”.
POSICIÓN DE LA FVE
Recientemente la Federación de Veterinarios de Europa (FVE) emitió un posicionamiento sobre el bienestar animal en gallinas ponedoras.
Los sistemas de jaulas no enriquecidas para gallinas ponedoras surgieron originalmente para mejorar la productividad y la eficiencia de la producción de huevos con los beneficios de una mejor higiene y menor incidencia de enfermedades. Desde la prohibición de la UE de los sistemas de jaulas no enriquecidas en 2012, los sistemas de jaulas enriquecidas han sido el único sistema de jaulas permitido para el alojamiento de gallinas ponedoras en la UE.
Si bien, los desafíos de bienestar de los sistemas alternativos actuales, ya sean viviendas en el piso o aviarios, pueden incluir problemas como que los sistemas alternativos generalmente involucran grupos de aves que exceden el número de gallinas que pueden formar una estructura social jerárquica. “Algunos estudios han sugerido que es más probable que ocurran comportamientos no deseados como el picoteo de las plumas y el canibalismo en bandadas más grandes”, indica la FVE.
Por ello, la FVE apunta que la profesión veterinaria debe liderar la transición de jaulas enriquecidas a sistemas alternativos proporcionando orientación sobre cómo mejorar el bienestar de las gallinas ponedoras en los sistemas alternativos actuales y contribuyendo al desarrollo de mejores alternativas. “La transición debe ser gradual con un período de transición razonable (pero no excesivo). Se debe tener cuidado de que los sistemas recientemente recomendados estén preparados para el futuro en términos de satisfacer las necesidades físicas, mentales y de comportamiento de los animales, garantizar la seguridad alimentaria, tener una baja dependencia de los medicamentos veterinarios y ser viables desde una perspectiva socioeconómica y ambiental”, indican.
“La profesión veterinaria debe participar activamente y facilitar la colaboración entre los investigadores, la industria (ej., agricultores y empresas de cría), las autoridades y otras partes interesadas pertinentes para estimular mejoras duraderas en el bienestar animal. Se deben realizar más investigaciones sobre la etología y los principios de las ciencias del bienestar en torno a la cría de gallinas ponedoras”.
A la luz de la evidencia científica y la evolución del bienestar animal, la profesión veterinaria cree que pasar de las jaulas enriquecidas a sistemas de cría más respetuosos con el bienestar mejorará el bienestar de las gallinas ponedoras en la UE. No obstante, reconocen los beneficios que brindan las jaulas enriquecidas en términos de salud física y eficiencia. “Es esencial que las futuras transiciones a sistemas de cría alternativos no se realicen a expensas de la salud física o la seguridad alimentaria, sino que se tomen todas las medidas posibles para garantizar que los futuros sistemas de cría alternativos brinden buenos resultados de salud, así como respalden las necesidades de comportamiento y brinden una variedad de oportunidades de comportamiento”.
En este sentido, recuerdan que las gallinas ponedoras deben mantenerse de forma que no afecten negativamente a su salud ni las hagan más susceptibles a enfermedades infecciosas. Las condiciones del alojamiento (por ejemplo, espacio, temperatura), calidad del aire, enriquecimiento, calidad del lecho, etc., y la calidad del alimento y el agua deben satisfacer las necesidades de las aves. “Cuando las aves tienen acceso al aire libre, existe una mayor exposición a ciertas enfermedades bacterianas, virales, parasitarias o fúngicas, como la influenza aviar y la enfermedad de Newcastle. Deben tomarse medidas preventivas y de seguimiento adecuadas”, advierten.
“Se debe prestar especial atención a las infecciones parasitarias e infestaciones cuando se cambia a sistemas que no son jaulas, y se deben utilizar medidas de control y prevención de enfermedades adecuadas”, concluyen.