Stelfonta®, el nuevo antitumoral a base de toglato de tigilanol, desarrollado por QBiotics y comercializado por Virbac, supone una poderosa herramienta en el tratamiento de mastocitomas caninos, especialmente en individuos con alto riesgo anestésico o en localizaciones de difícil manejo quirúrgico.
Para probar la efectividad del fármaco, se han llevado a cabo varias investigaciones que ponen de relevancia las ventajas del producto.
En este sentido, se ha publicado un estudio sobre la eficacia a largo plazo del tratamiento con el medicamento en la prestigiosa Journal of Veterinary Internal Medicine. Concretamente, a los 6 y a los 12 meses de iniciar la terapia.
Para llevar a cabo la investigación, se evaluaron 85 perros con mastocitomas que, al ser tratados con Stelfonta, presentaron una remisión completa del tumor a los 28 días del inicio de la terapia.
Estos perros fueron evaluados posteriormente, a los 6 y a los 12 meses, para comprobar la recidiva del proceso neoplásico ya resuelto.
A los 12 meses después del tratamiento con Stelfonta®, 64 perros seguían siendo evaluables y 21 abandonaron el estudio por diversos motivos. De los pacientes evaluables, 57 (89 %) permanecieron libres del tumor en el sitio de tratamiento, y solo 7 (11 %) habían desarrollado recidiva. Todas las recurrencias ocurrieron dentro de los primeros 6 meses, predominantemente (5/7, 71 %) dentro de las primeras 12 semanas.
En conclusión, del estudio se puede extraer que “el toglato de tigilanol proporcionó una respuesta local duradera a largo plazo para el tratamiento de mastocitomas en perros”, explican los investigadores.
CAPACIDAD DE CICATRIZACIÓN Y RECUPERACIÓN DE HERIDAS
Por otra parte, en otro estudio se evaluó la capacidad de formación de heridas, así como la progresión de la cicatrización después del tratamiento intratumoral de mastocitomas en perros.
Para el trabajo, se recogieron datos de 117 perros que habían recibido la terapia con el fármaco.
Según se puede extraer de la investigación, los expertos indican que el desprendimiento del tumor se produjo de 3 a 14 días después del tratamiento, exponiendo el tejido de granulación en el lecho de la herida. El área de la herida después del desprendimiento del tumor, en general, se relacionó con el volumen del tumor antes del tratamiento.
En los perros que lograron la resolución completa del tumor, todas las heridas se dejaron curar por segunda intención. Solo se requirieron vendajes y otras intervenciones de tratamiento de la herida en 5 perros. Por su parte, el tiempo de cicatrización dependió del área de la herida y la ubicación en el cuerpo, y la mayoría de las heridas cicatrizaron por completo entre 28 y 42 días después del tratamiento.
De este estudio se pudo concluir que “el área de la herida y la cicatrización después del desprendimiento de tumores tratados con el medicamento, siguen un patrón clínico constante para la mayoría de los perros”.