El pasado lunes día 10 de mayo, Juan María Vázquez Rojas, Académico de Número de la Real Academia de Ciencias Veterinarias de España (RACVE), doctor en Veterinaria, catedrático de la Universidad de Murcia y senador en la presente legislatura por el Partido Popular, intervino en la sede de la Real Academia, por vía telemática, con una conferencia que la tituló “Veterinaria 4.0”.
La sesión estuvo presidida por Arturo Anadón Navarro, presidente de la RACVE, y estuvo acompañado por Francisco Rojo Vázquez, vicepresidente, y Salvio Jiménez Pérez, secretario general.
Vázquez Rojas analizó el impacto actual de la revolución digital en nuestras vidas, y concretamente, en la profesión veterinaria. El veterinario comenzó realizando una revisión de la presente situación de la pandemia, así como el impacto de la crisis y su efecto en la digitalización de una buena parte de la sociedad. En este sentido, indicó que las ventajas y beneficios de las nuevas tecnologías pueden ayudar a los veterinarios en lo que el experto llama” la cuarta revolución industrial, o veterinaria 4.0”.
Según el veterinario, esta nueva revolución se caracteriza por el “gran potencial de la era digital, donde las maquinas serán las aliadas en nuestra toma de decisiones”.
Haciendo referencia a las primeras inteligencias artificiales que fueron capaces de ganar a los campeones de ajedrez del momento, Vázquez explica cómo este tipo de tecnología puede ser capaz de analizar grandes cantidades de datos, así como un procesamiento de forma muy agilizada. También menciona cómo estos avances pueden repercutir directamente en la mejora de la profesión veterinaria.
Por ejemplo, en la producción animal, el experto explica cómo se han utilizado biosensores en cerdos para predecir el momento óptimo de ovulación mediante una muestra de saliva. O también mediante el uso de robots de ordeño cada vez más sofisticados.
Asimismo, en el ámbito de los pequeños animales, las nuevas tecnologías también han tenido repercusión. “Existen dispositivos que dosifican las dosis de alimento, así como monitorizan la actividad del animal”. También comenta la existencia de software de teleasistencia veterinaria que, mediante el uso de chatbots, ofrecen soluciones al cliente “en un primer encuentro a la hora del diagnóstico”.
En cuanto al diagnóstico de enfermedades y la toma de decisiones en los actos clínicos, Vázquez pone de ejemplo los programas informáticos que son capaces de asimilar la información de una gran cantidad de radiografías, y, en base ello, “este sistema es capaz de afinar, en un momento dado, la interpretación radiológica más que la que un humano puede dar”.
En resumen, el veterinario alienta a las instituciones, desde el ámbito de la educación y de la profesión, a ser conscientes de las ventajas que las nuevas tecnologías pueden brindar a los veterinarios, y reflexionar “sobre qué estrategias podemos utilizar para ser partícipes de esta transformación digital”.