Estudian comparativamente el glioma canino y humano

Los humanos y los perros tienen en común varios aspectos de sus vidas, como la comida, el hogar y un profundo vínculo de afecto mutuo. No obstante, también tienen en común otros aspectos menos amables. Tanto los perros como los humanos son especialmente susceptibles a un tumor cerebral devastador y agresivo denominado glioma.

Los perros desarrollan este tipo de tumores de forma espontánea, aproximadamente al mismo ritmo que en las personas. Si bien es cierto que es un tipo de cáncer poco habitual, tiende a ser rápido y resistente tras su aparición. 

Un grupo de investigadores se propusieron determinar la profundidad de los puntos en común entre los gliomas caninos y humanos. El equipo analizó muestras de tumores de docenas de gliomas humanos y caninos, con el fin de comparar sus perfiles moleculares.

En el estudio, los investigadores encontraron un notable grado de similitud, particularmente entre los tumores pediátricos humanos y los caninos. La ubicación de las mutaciones genéticas resultó similar, al igual que los procesos de la enfermedad y la forma en la que los gliomas alteran la capacidad del ADN de repararse a si mismo en el momento en el que surgen las mutaciones. Estos hallazgos han sido publicados en la revista Cancer Cell.

“El documento demuestra que los cambios que son críticos para la formación de tumores cerebrales, incluidas las mutaciones genéticas y las modificaciones adquiridas en la actividad génica, son similares entre los cánceres cerebrales humanos y caninos”, comentan los expertos. “Comprender estos complejos cambios es un primer paso fundamental”, añaden.

Utilizando los resultados del enfoque comparativo, los investigadores ya están comenzando a desarrollar y evaluar nuevos enfoques de tratamiento para el cáncer cerebral. Además, los hallazgos del equipo respaldan el uso de perros como modelo para los gliomas humanos, una consideración especialmente importante dadas las dificultades de modelar el cáncer en el laboratorio.

Las células en una placa de Petri a menudo no reflejan la forma en que se comporta el cáncer en el cuerpo de un paciente. Por otra parte, la inducción de la enfermedad en animales sanos implica graves problemas éticos. Por esta razón, las terapias experimentales dirigidas a los perros que padezcan el cáncer, pueden ayudar a identificar los tratamientos que podrían evolucionar en prometedores ensayos clínicos sobre humanos.

Dos de estos ensayos están actualmente en curso. El primero utiliza una tecnología llamada H-FIRE (electroporación irreversible de alta frecuencia) para desestabilizar y matar las células cancerosas con descargas cortas y dirigidas de energía eléctrica, lo que provoca una reacción inmune que puede eliminar las células cancerosas restantes.

En otro estudio, se está probando una quimioterapia dirigida molecularmente. El medicamento probado se dirige a proteínas en la superficie de las células de glioma que previamente se había demostrado que eran casi idénticas entre los gliomas humanos y caninos.

“Nuestros resultados posicionan eficazmente los modelos preclínicos de glioma canino espontáneo para comprender mejor los mecanismos impulsores de este cáncer, esas alteraciones que le dan a las células una capacidad fundamental para transformarse en cáncer”, apuntan los científicos.