La palatabilidad, su importancia para cumplir con tratamientos antiparasitarios orales

El cumplimiento por parte de los propietarios de mascotas es fundamental para alcanzar el éxito de muchos tratamientos. Este hecho es sumamente importante cuando hablamos de antiparasitarios, ya que estos tienen que ser administrados a intervalos regulares, según la presión parasitaria y las recomendaciones del veterinario y el fabricante. De acuerdo con las Guías ESCCAP, dependiendo de varios factores, los perros deberían desparasitarse frente a parásitos internos de 4 a 12 veces al año, mientras que el tratamiento frente a ectoparásitos debería ser mensual; sin embargo, la mayor parte de los propietarios no desparasitan a sus perros regularmente, lo cual da como resultado un mayor riesgo de infecciones parasitarias significativas y, muy importante, mayor riesgo de transmisión zoonótica de algunos de estos parásitos.

Un claro ejemplo de esta situación lo tenemos en un reciente estudio publicado en 2020, que muestra que el 96 % de los perros de propietarios españoles encuestados pertenecen al grupo de alto riesgo para parásitos internos donde la desparasitación mensual está recomendada por el ESCCAP; sin embargo, estos perros solo se desparasitan 3,2 veces al año de media.  

Muchos tratamientos antiparasitarios se presentan en formulaciones orales como los comprimidos, y aquí la palatabilidad desempeña un papel muy importante. Como sabemos, no es infrecuente que los propietarios tengan dificultad a la hora de administrar este tipo de medicaciones a sus perros, y a menudo hay que forzarles a tragar el comprimido o este se tiene que trocear y mezclar con agua o alimentos palatables. Por tanto, el desarrollo de formulaciones farmacéuticas palatables ayuda a dirigir el cumplimiento, con el resultado deseado de que el perro consuma voluntariamente la medicación. En la palatabilidad, el sabor juega un papel fundamental, aunque también otras características del producto como los componentes de la formulación, la textura, la forma y el tamaño. En cuanto al sabor, los perros tienden a preferir sabores de carne o mezclas complejas de sabores.

El Comité para Medicamentos de Uso Veterinario (CVMP) de la Agencia Europea del Medicamento define la palatabilidad como “la propiedad de ser aceptable para la boca”, “agradable al gusto” o “aceptable al gusto”. Los métodos clásicos para valorar la palatabilidad se basan en pruebas de aceptación (formato de prueba de libre elección de una opción) y en pruebas de preferencia (formato de prueba de libre elección entre dos opciones), siendo estas últimas más sensibles que una simple prueba de aceptación. Un ejemplo de pruebas de preferencia entre dos antiparasitarios se plasma en una publicación de un estudio de preferencia entre dos formulaciones orales de endectoparasiticidas en perros: Nexgard Spectra® (Afoxolaner y milbemicina oxima) y Simparica Trio^tm (Sarolaner, moxidectina y pirantel). (Abstract en español)

En conclusión, un producto palatable será fácilmente aceptado por el perro, permitiendo una muestra de afecto por los propietarios por darle un premio a su perro, lo cual desembocará en una relación positiva entre el perro y el propietario. Todo ello favorecerá el cumplimiento del tratamiento y, en última instancia, en el caso de los antiparasitarios, ayudará a garantizar el control de las parasitosis.

Para más información: consulte la ficha técnica de NexGard Spectra.