La Federación de Veterinarios de Europa (FVE) señala que la telemedicina es una herramienta de apoyo a los veterinarios. “Puede complementar otros métodos para hacer una consulta o hacer un diagnóstico. La telemedicina no reemplaza a los veterinarios. Independientemente de las herramientas que se utilicen, los veterinarios siempre son plenamente responsables de los servicios profesionales que brindan”. Así, FVE indica que la consulta y el examen físico, además de la prescripción y dispensación de medicamentos veterinarios a los animales, son preferibles a los métodos electrónicos.
El grupo de trabajo de organismos veterinarios estatutarios de la FVE ha acordado definir la telemedicina veterinaria como el intercambio y uso de información sanitaria de los animales a través de plataformas tecnológicas entre un veterinario y un receptor (cliente, veterinario u otros profesionales sanitarios) en el contexto de veterinario-cliente relación con el paciente (VCPR). Un VCPR es normalmente la interacción física entre los veterinarios, sus clientes y sus pacientes, en beneficio de los pacientes. En el caso de consultas de segunda opinión y derivaciones, el VCPR será establecido por el veterinario remitente y el cliente.
La telemedicina veterinaria permite trascender las barreras geográficas y aumentar el acceso a los servicios de salud. Esto permite a los veterinarios intercambiar datos e información de forma más eficaz. También permite a los clientes acercarse a su veterinario desde un lugar remoto cuando buscan consejo. Además, los clientes pueden tener la oportunidad de acercarse fácilmente a diferentes profesionales, establecer comparaciones y elegir en consecuencia.
Por estas razones, para evitar el uso indebido de la telemedicina y reducir la asimetría de la información, la institución dirigida por Rens van Dobbenburgh recoge en el manifiesto que los veterinarios deben estar sujetos a obligaciones éticas y legales en el uso de la telemedicina.
4 PILARES DE LA TELEMEDICINA VETERINARIA
FVE reconoce que la telemedicina veterinaria se compone de 4 pilares: consulta remota, diagnóstico remoto, receta remota y datos médicos generados por terceros.
FVE recomienda a los organismos reguladores que definan aquellos casos en los que la consultoría y diagnóstico se pueda realizar de forma remota. Principalmente abogan por que se limite a la necesidad urgente de atención, necesidad de asesoramiento de expertos (segunda opinión), superar las barreras geográficas en el mejor interés de los animales.
En el caso de la receta, indican que se regule si se puede realizar principalmente cuando el veterinario tenga una relación profesional-cliente-paciente bien documentada y establecida. En la práctica de animales de producción, y para evitar el uso indebido de prescripciones y el posible uso indebido de medicamentos, aconsejan que las Autoridades Veterinarias Nacionales garanticen visitas periódicas de los veterinarios a las granjas, implementación de prescripción electrónica con una validez limitada de prescripciones, y aplicación de los sistemas oficiales de farmacovigilancia.
En lo referente a los datos médicos generados por terceros que implica el intercambio de datos biométricos a menudo a través de dispositivos portátiles electrónicos que son capaces de monitorear parámetros biométricos o administrar medicamentos. FVE recomienda que “los organismos reguladores consideren cómo y bajo qué circunstancias se pueden usar estos datos (por ejemplo, aspectos de calidad y confidencialidad). Estos datos deben almacenarse de conformidad con las normas vigentes sobre protección de datos, privacidad y confidencialidad profesional. El mantenimiento de registros de dichos datos debe ser responsabilidad del veterinario”.
FVE reconoce la importancia de las herramientas digitales para brindar servicios de buena calidad. Al aplicar un enfoque ético a la innovación digital, el uso responsable de dispositivos digitales en el intercambio de datos médicos, información y asesoramiento es crucial para el desarrollo de la sociedad y la profesión veterinaria. No obstante, recalca que se debe “permitir el uso de la telemedicina en el contexto de una relación veterinario-cliente-paciente (VCPR) mediante el establecimiento de procedimientos operativos estándar, códigos de conducta y regulaciones proporcionadas que respeten la misión de los veterinarios en la promoción de la salud animal, el bienestar animal, la salud pública y la protección del medio ambiente mediante la prestación de servicios de alta calidad”.