Un grupo de científicos españoles del Instituto Vasco de Investigación y Desarrollo Agrario, Instituto de Salud Carlos III y la Facultad Veterinaria de Lugo, han estudiado la progresión de la infección por Coxiella burnetii en cuatro rebaños ovinos infectados naturalmente, a lo largo de cuatro parideras (2015-2019).
En el momento de la selección, los rebaños tenían una infección activa, ya que había animales excretores de la bacteria en leche (PCR positiva) y había una alta seroprevalencia en el grupo de primalas. Durante cuatro temporadas consecutivas se recogieron muestras de fluidos vaginales, leche y heces de un máximo de 40 ovejas y 40 primalas recién paridas. También se tomaron muestras de aerosoles y muestras de polvo ambiental para el estudio de la presencia de ADN de C. burnetii y de su viabilidad, en el ambiente de la explotación. Los análisis de PCR en tiempo real mostraron en general un progresivo descenso de la infección por C. burnetii en los animales a lo largo de los cuatro años, interrumpido por picos de reinfección en primalas asociados a factores de manejo del rebaño, recoge el estudio.
Según explican desde el Instituto Vasco, “se encontró una asociación significativa entre la excreción fecal de C. burnetii y la carga bacteriana detectada en el polvo acumulado en las instalaciones, mientras que la excreción por vía vaginal afectó a la detección de C. burnetii en aerosoles en el interior de la cuadra. La carga bacteriana de los aerosoles tomados dentro y fuera de la explotación, y del polvo ambiental, tuvo una tendencia descendente a lo largo de las cuatro parideras”.
En este sentido, a pesar de hallar una baja carga bacteriana en el entorno ambiental de la cuadra durante la cuarta paridera, y una baja tasa baja de excreción en los animales, se detectaron C. burnetii viables en el polvo, demostrando así que la infección puede permanecer activa durante más de 4 años si no se aplican correctamente medidas eficaces de control y bioseguridad.