Un artículo publicado por la Universidad Bu-Ali Sina Hamedan (Irán) y la Universidad de Bari (Italia), pone de manifiesto la importancia de considerar los posibles agentes parásitos que puedan afectar a los dromedarios o camellos arábigos, así como las consecuencias de los mismos, tanto a nivel productivo como a nivel zoonótico.
Con una población global de aproximadamente 35 millones en 47 países, los dromedarios juegan un papel crucial en la economía de muchas áreas marginales y desérticas del mundo donde sobreviven en condiciones difíciles. A diferencia de otros animales de producción, existe un escaso conocimiento sobre la fauna parasita que pueda afectar a esta especie.
Teniendo en cuenta que la población total de los dromedarios aumentó en aproximadamente un 82% de 19 millones en 1997 a 35 millones en 2017, y que su explotación está en transición del nomadismo a la producción intensiva, el dromedario se podría convertir en una fuente cada vez más importante para la transmisión de enfermedades zoonóticas, especialmente en comunidades pobres en recursos sanitarios.
Alrededor del 65% de los artículos sobre patógenos zoonóticos publicados entre 1970 y 2018 se centraron en el síndrome respiratorio del Medio Oriente (MERS), brucelosis, fiebre del Valle del Rift e hidatidosis. Esta última es la enfermedad parasitaria zoonótica más y mejor estudiada en esta especie. A pesar de ello, una amplia gama de parásitos se puede desarrollar en estos camélidos y deberían ser tenidos en cuenta.
PARÁSITOS INTESTINALES CON POTENCIAL ZOONÓTICO EN DROMEDARIOS
Aunque existe información sobre infecciones en dromedarios causadas por varias especies de parásitos de importancia zoonótica (Cryptosporidium spp., Giardia duodenalis , Blastocystis spp., B. coli , Enterocytozoon bieneusi) su impacto en la salud humana no se ha confirmado, aunque existan indicios que apunten en esa dirección, señalan en el artículo.
Por ejemplo, se ha identificado mediante PCR un genotipo de Cryptosporidium que afecta a estos animales, el denominado genotipo camello, el cual parece estar implicado en un brote de la enfermedad surgido en Irán, donde varios grupos de personas fueron infectados por Cryptosporidium. Por otra parte, aunque el agente identificado en dromedarios sea potencialmente zoonótico para los humanos, no se ha confirmado una asociación directa entre los dromedarios y las infecciones humanas, en contraste con otros animales.
Otra enfermedad, la balantidiosis, causada por B.coli, cuenta con un marcado potencial zoonótico. Este parasito cuenta con los cerdos, los primates humanos y no humanos como reservorios primarios. En ausencia de cría de cerdos, como en algunos países del Medio Oriente, los camellos parecen jugar un papel epidemiológico importante en la transmisión de B. coli. Pero, como se extrae del texto, la posible transmisión de dromedarios a humanos debería investigarse más a fondo para conocer el papel epidemiológico de esta especie.
TOXOPLASMOSIS
Debido a su gama excepcionalmente amplia de huéspedes de sangre caliente y fría, Toxoplasma gondii es uno de los parásitos zoonóticos más exitosos en la Tierra. Al igual que otros animales, los dromedarios adquieren infecciones por T. gondii a través de la ingestión de ooquistes esporulados arrojados por gatos o felinos salvajes en el medio ambiente.
En cuanto a la prevalencia de este parasito en la población de camélidos, se ha estimado que el 36% de los dromedarios en África tienen anticuerpos anti T. gondii. Sin embargo, la toxoplasmosis clínica y congénita se limita a unos pocos informes y probablemente se subestima en los camellos, explican los autores.
Ante estos datos, el uso del dromedario como fuente de producción de alimentos puede suponer un foco de brotes de la enfermedad. Los hábitos arraigados de las poblaciones nómadas y de algunas comunidades africanas y asiáticas de consumo de hígado de camello crudo sugieren que esto podría representar un factor de riesgo para la infección en humanos, ya que T. gondii se aísla con frecuencia de los hígados de rumiantes y caballos domésticos.
Del mismo modo, la implicación de la leche de camello no pasteurizada como fuente de toxoplasmosis humana sugiere que el consumo de leche cruda o productos lácteos sin pasteurización o tratamiento térmico podría ser un riesgo para la salud humana.
TRYPANOSOMA EVANSI
Los dromedarios se ven afectados por varias especies de Trypanosoma. Mientras que T. evansi, el agente etiológico de "Surra", es la especie de tripanosoma más frecuente estos camélidos. T. brucei, T. congolense y T. vivax se encuentran en proporciones más bajas.
Trypanosoma evansi afecta a una amplia gama de mamíferos domésticos y salvajes en África, Asia y América del Sur. Los brotes recientes de infección entre poblaciones de dromedarios en las Islas Canarias, en España peninsular y Francia demostraron el potencial del parásito para propagarse rápidamente.
Los brotes de la España peninsular y Francia estuvieron asociados a la importación de dromedarios desde el archipiélago. Es concretamente en las Islas Canarias donde la enfermedad es ya bien conocida. Desde 1997, cuando se detectó el primer brote, se han llevado a cabo en las islas numerosos programas para erradicarla.
Por suerte, los brotes fueron controlados por medio de tratamientos masivos y evaluaciones mensuales serológicas, parasitológicas y moleculares (PCR) llevadas a cabo por el laboratorio Valenciano de Salud Animal Regional y por el Centro de Cooperación Internacional en Investigación Agronómica para el Desarrollo (CIRAD), en Montpellier, respectivamente.
A pesar de la eficacia de las medidas de contención, de este brote se deduce la necesidad de incluir al T. evansi entre los exámenes de salud animal para el comercio internacional dentro de la Unión Europea, así como en muchos otros países. Además, se deben establecer procedimientos que incluyan diagnóstico, tratamiento curativo o preventivo y cuarentena para asegurar el estado de los animales que se trasladan de un país a otro.
HIDATIDOSIS
La equinococosis quística es una importante infección zoonótica de distribución mundial causada por las larvas de Echinococcus granulosus. Esta enfermedad causa costos médicos considerables y pérdidas económicas en áreas endémicas. Los dromedarios son hospedadores intermedios de varias especies zoonóticas de este parásito.
La prevalencia de especies de Echinococcus que infectan dromedarios difiere en varios estudios. Por lo tanto, según los autores del estudio, se necesita una revisión exhaustiva de toda la información disponible sobre las especies de Echinococcus que infectan a los dromedarios para mostrar qué especies ocurren con mayor frecuencia en cada región, continente y a escala global.
CONCLUSIONES
“Debido a su creciente importancia como animal ganadero en áreas marginales y desérticas de los países en desarrollo, el papel de los dromedarios en la epidemiología de las infecciones parasitarias zoonóticas debe investigarse más a fondo”, recoge el texto.
Los investigadores consideran que la mayor parte de los datos existentes están basados en informes sobre casos concretos y encuestas de prevalencia mediante microscopio en exámenes fecales o frotis sanguíneo, por lo que se precisaría el uso de técnicas mas avanzadas como pruebas moleculares o análisis filogenéticos para poder caracterizar correctamente estas especies parásitas y su riesgo potencial.
Asimismo, considerando que gran parte de la población de camellos se mantiene en comunidades que carecen de equipos y personal capacitado para llevar a cabo exámenes parasitológicos, los expertos explican que “existe la necesidad de desarrollar pruebas de diagnóstico rápido para la detección de los parásitos de camellos más importantes”. Además, "las organizaciones internacionales y locales deben trabajar para aumentar la conciencia sobre el riesgo zoonótico de los parásitos de camello y las formas de transmisión de patógenos para las personas que trabajan en contacto cercano con los camellos", concluyen.