Veinticinco países europeos registran una disminución general del 34,6% en las ventas de antibióticos veterinarios desde 2011. Este es el resultado de más de una década de esfuerzos para aumentar la prevención de enfermedades y mejorar la gestión de la salud animal a través de mejores prácticas de higiene, medidas de bioseguridad, nutrición y uso de vacunas.
Ahora en su décimo año de publicación, el informe de Vigilancia Europea del Consumo de Antimicrobianos Veterinarios (ESVAC) también describe las continuas disminuciones en las ventas de antibióticos veterinarios considerados de importancia médica: 24,4% para las cefalosporinas de tercera y cuarta generación; 69,8% para polimixinas; 4,2% para fluoroquinolonas; y 74,4% para otras quinolonas.
Esta es una clara demostración de que Europa está en el camino correcto para mejorar la salud animal y adoptar un enfoque más centrado en la prevención en la ganadería. Los ganaderos, junto con la supervisión veterinaria, están contribuyendo activamente a reducir la necesidad de utilizar antibióticos en los animales. En el informe se señalan las variaciones entre los Estados miembros, por lo que se necesitan esfuerzos continuos para garantizar que todos los ganaderos de todo el mundo tengan acceso a medicamentos preventivos y a todas las herramientas necesarias para gestionar mejor la salud animal, así como a los medios para medir el progreso teniendo en cuenta las especificidades locales.
“La continua disminución de la necesidad de utilizar antibióticos con fines de salud animal es un verdadero indicador de progreso y cambio. Los veterinarios, los ganaderos y la industria de la salud animal, junto con las autoridades, tienen claro lo que se puede lograr mediante esfuerzos continuos y coordinados para proteger la eficacia de los antibióticos y retrasar el desarrollo de resistencia a los antibióticos. Este esfuerzo ahora debe consolidarse en todos los países mediante una mayor concienciación y un uso más centrado de la caja de herramientas veterinarias para garantizar una buena salud animal”, apunta Roxane Feller, secretaria general de AnimalhealthEurope.
“Apoyamos la reducción de la necesidad de antibióticos, pero los impactos deben monitorearse de cerca. Por ejemplo, que esto no tenga un impacto negativo en el bienestar de los animales en aquellas granjas que ya han implementado muchas medidas preventivas y ya han reducido drásticamente el uso de antibióticos. Desaconsejamos enérgicamente la promoción de políticas o etiquetas de 'criado sin antibióticos', ya que los veterinarios siempre deben permitir los antibióticos para tratar infecciones bacterianas en animales. Esta puede ser la diferencia entre la vida y la muerte”, advierte.
A principios de este año, el progreso sustancial realizado en el sector animal fue reconocido en el informe del Tribunal de Cuentas Europeo de 2019 sobre resistencia a los antimicrobianos. El informe también reconoció que las nuevas medidas descritas en el nuevo Reglamento de la UE para medicamentos veterinarios y piensos medicamentosos, que se aplicarán a partir de 2022, respaldarán aún más el uso responsable de antibióticos en animales. Estas medidas incluyen: la prohibición del uso preventivo de antibióticos en grupos de animales y la prohibición del uso preventivo de antimicrobianos a través de piensos medicamentosos.