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Situación socioeconómica y laboral del sector veterinario en España
EDICIÓN

Situación socioeconómica y laboral del sector veterinario en España

​La Confederación Empresarial Veterinaria Española (CEVE) ha presentado el Informe 2020 sobre la situación socioeconómica y laboral del sector veterinario en España
Delia saleno ceve
Delia Saleno, presidenta de CEVE.

El informe, fundamentado en una profunda revisión de los indicadores oficiales del sector determina que el sector veterinario en España, tras verse afectado en el año 2012 por una subida al tipo impositivo general de IVA (que en el caso del subsector que presta servicios a animales de compañía fue de 13 puntos porcentuales, del 8% al 21%), padeció un deterioro sustancial de diversos indicadores económicos y laborales en los ejercicios subsiguientes. A partir del ejercicio 2015, coincidiendo con la mejora de las cifras macroeconómicas, el sector ha ido recuperando de forma progresiva muchos de sus indicadores económicos y financieros, pero no otros relacionados con la calidad del empleo y la productividad, que sufrieron graves quebrantos durante ese periodo. El presente informe es el tercero de la serie anual elaborada para CEVE sobre la situación socioeconómica y laboral del sector veterinario y se elabora y presenta en un escenario social marcado por la situación de pandemia global de origen zoonótico generada por la COVID-19 y un contexto económico-empresarial del sector veterinario que muestra una disyuntiva evidente entre crecimiento y desarrollo, en la que se ha apostado por fomentarse el primero, no protegiendo de forma efectiva el segundo.


Por otra parte, debido a la singular composición demográfica del colectivo veterinario del sector (conviven profesionales masculinos de mayor edad con un porcentaje muy elevado de veterinarias más jóvenes), en el informe también se presentan los resultados de un trabajo académico realizado por el mismo grupo de investigación que, analizando el caso del sector veterinario español a partir de la realización de una encuesta para conocer el salario bruto de sus profesionales, trata de determinar si la posible existencia de una brecha salarial generacional ha podido influir en la generación de una brecha salarial de género en un sector progresivamente feminizado, en el que las veterinarias en su mayor proporción son jóvenes y han accedido más recientemente a la profesión, con peores condiciones laborales y salariales. Las conclusiones del estudio advierten de la relación que se produce en el sector entre la brecha salarial de género y variables como la edad, la parcialidad laboral o el tamaño de las empresas. La acción conjunta de estos factores provoca que, en general, los profesionales veterinarios más jóvenes (tanto mujeres como hombres) estén percibiendo remuneraciones excesivamente bajas.


El trabajo también reflexiona sobre la implicación del sector veterinario dentro de los planes estratégicos diseñados a nivel de país y de forma global dentro de la conocida "Agenda 2030 sobre el Desarrollo Sostenible", promovida por la Organización de las Naciones Unidas, en el que la defensa y promoción de la salud individual y colectiva se contempla de manera transversal como una de las metas fundamentales en las políticas gubernamentales. En este campo, "los estados deben invertir de forma eficiente en sistemas sanitarios adecuados, en los cuales el sector veterinario habrá de jugar un papel esencial en la defensa de la salud colectiva. Por otro lado, la “Agenda 2030” también tendrá repercusiones sobre el sector en el ámbito de la defensa de la igualdad entre géneros, tanto en los aspectos laborales como en los salariales, y en aspectos relacionados con el crecimiento económico del sector, en el sentido que debiera procurarse en el futuro un mejor reparto de las plusvalías que se generan entre todos los partícipes de ese crecimiento, especialmente mediante la creación de puestos de trabajo mejor remunerados para los jóvenes profesionales que en la actualidad.


Esta investigación académica ha sido elaborada por la Dra. Ariadna Gassiot Melian, profesora del Área de Estadística del Departamento de Empresa de la Escola Universitària Mediterrani de Barcelona (Universitat de Girona) y por el Dr. Óscar Gutiérrez Aragón, director y profesor de dicho departamento. 


CONCLUSIONES


Algunos de los datos relevantes que se extraen del informe son:


La cifra de negocio del sector veterinario se ha incrementado un 54,01% desde 2009 a 2018 (un 109,23% en el caso de animales de compañía), siendo el peor de los ejercicios el 2013 con una caída del 5,22% y el mejor el año 2015 con un incremento del 25,31%.


La tasa de estabilidad en el empleo en el sector veterinario había alcanzado su techo en el periodo en el ejercicio 2011 (84,10%), justo antes del incremento del tipo de gravamen de IVA, descendiendo progresivamente hasta el 79,40% en 2014 y recuperándose de forma moderada hasta alcanzar el 81,95% en 2018, un 1,41% más que en 2009. Esta cifra es bastante superior a la media nacional, que en la última década se ha movido en valores que oscilan entre el 59% y el 64%, indicativo de que se trata de un sector con una fuerte resistencia a los efectos perniciosos de las crisis económicas.


El salario medio anual del sector acumulaba a final de 2018 una pérdida del 3,53% con respecto al mismo indicador en 2009 (en términos absolutos suponía una media de 540 euros menos, que llegó a ser de 2.046 euros el año 2016). Además, en el año 2018, el salario medio nacional y el salario medio de las actividades sanitarias y sociales eran un 62,73% y un 81,99%, respectivamente, más altos que el propio de los trabajadores del sector veterinario. De hecho, mientras el salario medio de las actividades sanitarias representaba en 2018 el 111,84% del salario medio nacional, el salario medio de las actividades veterinarias tan sólo alcanzaba el 61,45% del mismo.


El personal no remunerado se ha incrementado en el periodo 2009-2018, alcanzando un 30,56% de crecimiento. Un 31% de los veterinarios en activo admite mantener una segunda ocupación.


El 97,42% de las empresas del sector tienen menos de 10 empleados y generan el 78,52% de la cifra total de negocio, lo cual evidencia una gran fragmentación en el sector y suele ser un indicativo de precarización del empleo y, en muchas ocasiones, de disminución de la calidad del servicio prestado.


Por otra parte, el número de mujeres matriculadas en estudios universitarios de veterinaria ha pasado del 37,77% en 1986 al 75,07% en 2019 y el de egresadas en veterinaria del 34,33% en 1986 al 72,10% en 2018. Además, un 66,75% de las personas colegiadas menores de 45 años son mujeres al final del año 2019. "En la actualidad hay una cifra aproximada de tres mujeres cursando y egresándose en estudios universitarios veterinarios por cada hombre, lo cual augura una marcada representación femenina en el futuro de la profesión", indican. 


De media, los participantes con 40 años o más cobran un 55,16% más que el grupo más joven, menores de 30 años, "hecho que apunta a la existencia de sustanciales diferencias salariales relacionadas con la edad".


Asimismo, matizan que este sector, y sobre todo el subsector que se ocupa de los servicios veterinarios a animales de compañía, suele sufrir las consecuencias de las crisis con cierta virulencia. "En esta ocasión, tras la crisis económica que comenzó en 2008 y después del incremento del tipo de gravamen de IVA en 2012, lo cierto es que hay una serie de indicadores referentes a la calidad del empleo (que no a la cantidad, pues, como se acaba de indicar, el número de profesionales contratados se ha incrementado de forma significativa) y a la productividad, que se han visto seriamente dañados a lo largo del periodo analizado, aun desconociendo todavía la repercusión que sobre el sector pueda tener la crisis sanitaria de la COVID-19 en ejercicios venideros", destacan.


Por último, solicitan el desarrollo e implantación por parte de las administraciones competentes, tanto de un nuevo código CNAE 2009 como de un código de IAE (Impuesto de Actividades Económicas) propios que permitan discriminar y profundizar en el conocimiento de los datos y particularidades del sector de los servicios veterinarios de animales de compañía, distinguiéndolo del resto de los servicios veterinarios. "Gracias al conocimiento más exacto y profundo del comportamiento del sector sería posible detectar nuevas amenazas que pudieran presentarse en el futuro y anticipar con rapidez las pertinentes medidas correctoras que permitieran sostener la viabilidad económica de las empresas veterinarias y el mantenimiento de los puestos de trabajo que la misma representa, así como evitar el consecuente deterioro de la salud pública que se suele producir cuando el sector pasa por dificultades de tipo económico y laboral", concluyen.

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