Hoy se celebra el Día Mundial de la Salud Mental, una fecha instituida por la Federación Mundial para la Salud Mental y la Organización Mundial de la Salud (OMS), con el propósito de concienciar a la población sobre los problemas de salud mental y disolver los mitos y estigmas creados en torno a ésta.
Este año tiene más fuerza que nunca, ya que debido a la crisis de la Covid-19 la vida cotidiana de la mayoría de las personas se ha visto alterada. Según la OMS, se espera que, en los próximos meses y años, las necesidades de apoyo psicosocial y en el ámbito de la salud mental crecerán considerablemente a causa de la pandemia.
Muchos de los retos a los que las personas se han tenido que enfrentar han generado problemas de salud mental, tanto en personal sanitario, como en estudiantes, profesores y profesionales que no saben cómo enfrentarse al futuro, así como toda la gente que ha visto sus medios de vida amenazados y están atrapados en la pobreza, o aquellas personas que se enfrentan a un duelo por la pérdida de un ser querido sin haberse podido despedir. Es por ello por lo que la OMS defiende que se debe invertir en programas de salud mental en el ámbito nacional e internacional, ya que ahora es más importante que nunca.
EL PAPEL DE LAS MASCOTAS EN LA SALUD MENTAL
Las mascotas pueden ser un fuerte apoyo emocional y generar beneficios en la salud mental de las personas. Durante el confinamiento, los animales de compañía han ayudado en más del 40% de los hogares españoles, siendo un fuerte apoyo durante el aislamiento.
Desde Mental Health America (MHA) informan que el 80% de las personas que tienen un perro o un gato creen que les traen felicidad y apoyo emocional, el 55% piensa que sus mascotas reducen la ansiedad y la depresión, y el 66% que alivian el estrés.
Por su parte, Human Animal Bond Research Institute (HABRI), organización sin ánimo de lucro que comparte investigaciones científicas para demostrar los impactos positivos en la salud por parte de los animales de compañía, explican que, uno de los principales desafíos de las personas que se enfrentan a un problema de salud mental es la seguridad ontológica. Ésta es definida como “el sentido de orden y continuidad derivado de la capacidad de una persona para darse sentido a sí misma y para mantener una visión positiva de sí misma, del mundo y del futuro”. Además, suelen estar relacionados con las emociones positivas y la ausencia de ansiedad, así como el mantenimiento de rutinas y relaciones.
En este sentido, desde HABRI expresan que hay multitud de evidencias que manifiestan que las mascotas ayudan a controlar la seguridad ontológica, incluso facilitando su recuperación. Son un fuerte apoyo en el trabajo emocional, ya que tienen la capacidad de aliviar la preocupación y dar consuelos a los dueños. Por otro lado, el cuidado del bienestar de una mascota, su alimentación, paseo, limpieza, son buenas distracciones para los problemas de salud mental, generando en los dueños responsabilidades que alivian ciertos problemas. Asimismo, "los animales de compañía contribuyen a un mayor sentido de identidad en los dueños afectados con problemas de salud mental".
También está demostrado que son un gran motivador para las personas, ya que alientan a los dueños a hacer ejercicio, actividad muy beneficiosa para aquellas personas con problemas de depresión, subrayan desde la Mental Heatlh Foundation. "Sacar a pasear al animal también puede conducir a conversaciones con otros dueños, por lo que ayudan a mantener relaciones sociales y amistades", apuntan.
Por último, cabe destacar que los animales pueden ser de gran ayuda en enfermedades como el Alzheimer, paliando los arrebatos de ansiedad y amortiguando el estrés. También los niños con TDAH pueden beneficiarse de tener una mascota, ya que les ayuda a ser responsables, aprenden a jugar y les ayuda a tener confianza en sí mismos. Del mismo modo, a los niños y personas con autismo les resulta tranquilizador estar en presencia de animales, por eso hay tratamientos y técnicas que implican perros y caballos con este propósito.