Existe un riesgo considerable de que los humanos transmitan el SARS-CoV-2, el virus que causa la COVID-19, a la vida silvestre, según un artículo publicado en Mammal Review.
Los autores señalaron que si el SARS-CoV-2 se propagara entre los mamíferos salvajes, podría causar enfermedades en algunas poblaciones, lo que a su vez pondría en peligro a las especies ya amenazadas.
“Dado que una proporción significativa de personas en todo el mundo están infectadas con SARS‐CoV‐2 y pueden propagar la infección sin saberlo antes de que aparezcan los síntomas o sin que se produzcan síntomas, existe un riesgo no despreciable de que los seres humanos propaguen el SARS‐CoV‐2 a la vida silvestre, en particular para los mamíferos salvajes no humanos”, indican. Asimismo, añaden que “debido a los aparentes orígenes evolutivos del SARS-CoV-2 en los murciélagos y a los informes de humanos que transmiten el virus a mascotas y animales de zoológicos, las regulaciones para la prevención de la transmisión de persona a animal hasta ahora se han centrado principalmente en estos grupos de animales”.
En este sentido, explican que si el SARS-CoV-2 pudiera transmitirse de manera sostenible entre algunas poblaciones o comunidades de mamíferos, esto crearía nuevos reservorios animales que podrían generar repetidamente nuevos brotes en humanos y otros animales.
“En ausencia de evidencia sólida sobre la susceptibilidad y resistencia al SARS‐CoV‐2 para cada una de las más de 6500 especies de mamíferos, argumentamos que los humanos que interactúan con cualquier otra especie de mamíferos en la naturaleza deben tomar precauciones sanitarias. La prevención de la transmisión del SARS‐CoV‐2 de persona a vida silvestre es importante para proteger a estos animales (algunos de los cuales están clasificados como amenazados) de la enfermedad, pero también para evitar el establecimiento de nuevos reservorios del SARS‐CoV‐2 en mamíferos silvestres”, subrayan los expertos.
Los investigadores instan a las personas a tomar precauciones sanitarias cuando estén en contacto directo o indirecto con especies de mamíferos salvajes o asilvestrados para prevenir la transmisión del SARS-CoV-2 de persona a vida silvestre.
“Realmente deberíamos evitar convertir nuestra pandemia en un problema de múltiples especies”, apunta la autora principal Sophie Gryseels, de la Universidad de Amberes, KU Leuven y la Universidad de Arizona. “Ya es bastante difícil controlar el SARS-CoV-2 en las poblaciones humanas; imagínese cómo sería si se propagara entre los mamíferos salvajes. También podrían enfermarse y formar un reservorio desde el cual volver a infectar a los humanos. No pida a los animales que usen máscaras faciales y mantengan la distancia física, pero nosotros podemos”.
Las actividades durante las cuales puede ocurrir interacción directa o indirecta con mamíferos salvajes incluyen investigación de vida silvestre, actividades de conservación, trabajo forestal, control de plagas, manejo de poblaciones salvajes, trabajo de consultoría ecológica, manejo de áreas protegidas y ambientes naturales, turismo de vida silvestre y rehabilitación de vida silvestre en refugios de animales. Durante dichas actividades, recomiendan precauciones sanitarias, como el distanciamiento físico, el uso de mascarillas y guantes y la descontaminación frecuente, que son muy similares a las normativas impuestas actualmente para prevenir la transmisión entre humanos.