El nuevo coronavirus SARS‐CoV‐2 ha cambiado la forma de vida de millones de personas, además de haber causado cientos de miles de víctimas en todo el mundo. Por esta razón, este virus se encuentra en el punto de mira de gran cantidad de estudios. Sobre esta línea, un grupo de científicos de la Universidad de Milán ha llevado a cabo una investigación orientada a buscar la relación entre la peritonitis infecciosa felina (PIF) y la COVID-19, la enfermedad que causa el SARS-CoV-2.
La peritonitis infecciosa felina (FIP) es una enfermedad de los felinos causada por el coronavirus felino (FCoV). Esta enfermedad vírica se ha considerado irremediablemente mortal en estos últimos años. Al ser uno de los numerosos coronavirus que son bien conocidos en medicina veterinaria, “la información sobre FCoV podría ser de interés y podría brindar sugerencias sobre aspectos patogénicos del SARS‐CoV‐2 que aún no están claros”, comentan los autores.
El SARS‐CoV‐2 y el FCoV son virus taxonómicamente distintos. Asimismo, aunque se han confirmado eventos de recombinación con otros coronavirus para el FCoV, en el caso del SARS‐CoV‐2, hasta ahora, solo se han sugerido. El virus humano y felino difieren en términos de algunas características patogénicas, clínicas y patológicas. Sin embargo, algunos de los eventos patógenos e inmunopatogénicos que son bien conocidos en los gatos enfermos con FIP, parecen estar presentes también en personas con COVID-19.
Por otra parte, se ha demostrado que las medidas preventivas recomendadas actualmente para frenar y prevenir la propagación del SARS‐CoV‐2, tienen efectos positivos sobre la erradicación de la PIF en los felinos domésticos.
Asimismo, un compuesto utilizado en medicina veterinaria como parte de la terapia para combatir el coronavirus felino, el antiviral GS‐441524, la forma activa del Remdesivir, es un medicamento con esperanza terapéutica frente a la COVID-19.