MSD Animal Health continúa con su programa “Con V de Vet” donde se pone en valor al sector veterinario dando visibilidad a todas actividades que abordan desde sus múltiples facetas. En este último programa, Frank Mitloehner, veterinario investigador de la Universidad UC Davis, California, y líder de opinión mundial especializado en la calidad del aire, cuenta la explicación científica del verdadero impacto y el gran papel que juegan los veterinarios y todo el sector ganadero en la lucha contra el calentamiento global.
Actualmente existe mucha controversia sobre el verdadero impacto medioambiental de la ganadería. Para Frank Mitloehner, “el reto es entender que el metano es diferente del resto de gases invernadero”. Según el experto, existen tres gases de efecto invernadero. De ellos, dos permanecen en la atmósfera miles de años. “El CO2 expulsado por el tubo de escape de un coche permanece en el aire por miles de años”. Sin embargo, el metano expulsado se destruye a los 10 años. “Cuando una vaca expulsa metano, ese metano también llega a la atmósfera, pero solo se mantiene 10 años. Así que, mientras es verdad que el metano es el más importante en atrapar los rayos del sol, permanece únicamente 10 años en el aire y ese importante detalle siempre se 'borra' de la discusión social”, afirma Frank.
El sector ganadero tiene un papel muy importante para conseguir el enfriamiento global. Frank nos indica que, si las granjas son más eficientes, por ejemplo, usando aditivos en la alimentación que reduzca la producción de metano en el estómago de los animales o usando determinados métodos de manejo, es posible reducir el calentamiento global. El sector ganadero lleva mucho tiempo trabajado para mejorar el impacto medioambiental de las granjas, mejorando el bienestar de las vacas, mejorando la cantidad de leche que se produce y su calidad. “Pero tenemos un problema, no lo hemos sabido comunicar, porque los expertos en esta área, los que ordeñan a las vacas, los que están diariamente en el cuidado de estos animales, no son los que hablan, pero los que 'odian' a las vacas si hablan”, afirma Mitloehner.
Existe una tendencia al alza de dejar de consumir carne con el fin de reducir la contaminación ambiental. Los datos afirman que dejar de consumir carne no reduce de forma drástica las emisiones. En España, por ejemplo, la agricultura, ganadería y pesca produjeron en 2018 un total del 14% de todos los gases invernadero, de los cuales el 7% su origen es la ganadería que modifica mínimamente el dato del 5% nombrado por el experto durante la entrevista. Los sectores que usan combustibles fósiles como la gasolina, el petróleo o el carbón producen el más del 60% de los gases invernadero, a lo que sumando el impacto creado por los hogares sería una cifra cercana al 80% nombrada por Frank Mitloehner. El entrevistado concluye: “Si tú comes de todo, vegetales, productos de origen animal... y decides ser vegano por un año, sin ningún producto de origen animal, reducirías tu huella de carbono en un 0,8 de toneladas por año. Si decides visitarme a California, en EEUU, y vienes en avión, un vuelo genera 1,6 toneladas por pasajero. Por lo que siendo vegano reduces 0,8 toneladas al año, pero generas 1,6 toneladas por volar a EEUU solo una vez, por lo que generarías la mitad del impacto en un año de lo que generas en un vuelo transatlántico”.
Este dato se ha visto reafirmado en los meses de pandemia. Durante los primeros 15 días de confinamiento de la sociedad española, se redujo en un 64% la concentración de dióxido de nitrógeno mientras que la agricultura y la ganadería mantuvieron su actividad habitual. Como afirma el experto, “la ganadería no es el problema del calentamiento global, pero si puede ayudar en ser la solución que apoye el enfriamiento global siendo cada día más eficientes”.
Para apoyar las medidas de mejora en el sector, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ofrece una guía de las mejores técnicas disponibles para reducir el impacto ambiental de la ganadería.