La Fiebre del Nilo Occidental (FNO) es producida por un arbovirus de la familia Flaviviridae (Virus de la FNO) que afecta principalmente a aves, aunque también puede afectar a mamíferos, pudiendo causar enfermedad tanto en caballos como en personas. La enfermedad se transmite por la picadura de un vector artrópodo, tratándose generalmente de mosquitos del género Culex (C. pipiens y C. modestus en Europa, C. perexiguus en el Sur de Europa). Los équidos y las personas actúan de fondo de saco epidemiológico, es decir padecen la infección y en algunos casos la enfermedad, pero no la transmiten ni actúan como reservorios. La mayor parte de las infecciones en personas y équidos son asintomáticas, pero un pequeño porcentaje puede desarrollar una forma grave de la enfermedad caracterizada por un cuadro de encefalomielitis con sintomatología neurológica.
En aplicación del Programa nacional de vigilancia de la enfermedad, cada año se recogen muestras de équidos y aves, que son analizadas por los laboratorios autonómicos y por el laboratorio nacional de referencia, el Laboratorio Central de Veterinaria (LCV) de Algete. Dicho programa de vigilancia tiene un componente de vigilancia pasiva, analizándose aves y équidos que muestren sintomatología clínica compatible con la enfermedad, y un componente de vigilancia activa, mediante el empleo de animales centinela que incluye équidos y aves. Además, contempla la identificación y análisis de mosquitos en las zonas de mayor riesgo de circulación del virus.
Este Programa nacional de vigilancia de la FNO ha permitido detectar durante las últimas semanas la circulación en España del VFNO en aves y équidos no sólo en la zona de la provincia de Sevilla en la que se han estado registrando casos en humanos, sino también en otras zonas en el suroeste peninsular, en las comunidades de Andalucía y Extremadura, así como en el Delta del Ebro, en la provincia de Tarragona, todas ellas consideradas de riesgo de presencia de FNO por la existencia de humedales con poblaciones importantes de poblaciones de aves y mosquitos.
El Programa nacional de vigilancia en animales detectó los primeros resultados serológicos positivos a FNO de 2020 en équidos centinelas muestreados en el mes de julio en la comunidad autónoma de Andalucía. Por otro lado, y a través del componente de vigilancia pasiva, se han detectado casos de équidos con sintomatología compatible a la enfermedad, que posteriormente han sido confirmados como positivos a FNO por análisis laboratorial en el LCV de Algete.
Hasta la fecha se han confirmado y notificado en España un total de 59 focos en équidos en las provincias de Sevilla, Huelva, Cádiz, Badajoz y Tarragona, resultando afectados 64 caballos. Los análisis realizados por el LCV de Algete han podido determinar que el VFNO detectado en muestras de encéfalo y líquido cefalorraquídeo (LCR) procedentes de 5 de los caballos que mostraron sintomatología clínica en las provincias de Sevilla y Cádiz pertenecían al linaje 1 del VFNO, el mismo linaje que se detectó en los focos notificados en años previos en la misma zona.
En el siguiente mapa se muestran los focos notificados en équidos por resultado positivo a ELISA IgM en el LCV de Algete, diferenciando aquéllos que se han detectado por vigilancia activa y pasiva.
Por otro lado, a través de la vigilancia pasiva en aves silvestres, desde agosto de 2020 se han detectado 7 aves en las que se han obtenido resultados positivos a VFNO por PCR: un quebrantahuesos (Gypaetus barbatus), un buitre negro (Aegypius monachus), un búho real (Bubo bubo) y un búho chico (Asio otus) en el Zoo-Botánico de Jerez de la Frontera (Cádiz); una garceta común (Egretta garzetta) y un ave rapaz en La Puebla del Río (Sevilla); y una perdiz roja (Alectoris rufa) en Andújar (Jaén). En el siguiente mapa se muestra la localización de las aves positivas.