A primera hora de la tarde de este jueves, la Junta de Andalucía confirmaba que la meningoencefalitis detectada en habitantes de los municipios de Coria y La Pueblo del Río estaría vinculada a la Fiebre del Nilo Occidental, generalmente transmitida por mosquitos. Así, de las 19 personas diagnosticadas con meningoencefalitis vírica, al menos 12 habrían dado positivo en virus del Nilo Occidental.
La Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (Anecpla) alerta sobre la existencia en esta zona de la presencia del agente transmisor de esta enfermedad, los mosquitos del género Culex. Las localidades sevillanas de Coria y La Pueblo del Río se encuentran localizadas dentro del área de marismas del Guadalquivir, una zona ideal para este tipo de mosquitos.
Los estudios llevados a cabo por el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad señalan a Culex perexiguus como la responsable de la amplificación del virus entre aves y su transmisión a caballos y a Culex pipiens como la principal especie responsable de la transmisión del virus desde aves a humanos.
El Culex pipiens, al contrario que otras especies de mosquitos, está en el medio natural, decantándose por zonas de aguas acumuladas -como las de marismas-, donde desarrollan su proceso larvario.
Desde Anecpla apelan a la calma ya que, tal y como ha señalado su directora general, Milagros Fernández de Lezeta, “normalmente este mosquito no transmite ningún tipo de enfermedades ni origina consecuencias más allá de las habituales de cualquier picadura de mosquito”.
Los mosquitos se contagian del virus del Nilo Occidental cuando pican a aves infectadas (generalmente aves migratorias procedentes de África). Los mosquitos infectados pueden transmitir el virus cuando después pican a los seres humanos y a otros animales mamíferos. El caso más habitual es el de los caballos. El periodo de incubación suele durar entre 3 y 14 días.
Tal y como indica el European Centre for Disease Prevention and Control, la fiebre del Nilo Occidental es una enfermedad zoonótica cuyos efectos más comunes son la aparición repentina de dolores de cabeza, fiebre, vómitos, erupción cutánea, inflamación de los ganglios linfáticos, fatiga, dolor ocular o muscular. También puede producir meningitis o encefalitis.
Sin embargo, tal y como señala la Organización Mundial de la Salud, el 80% de las personas que son infectadas con el virus del Nilo Occidental son asintomáticas. Además, esta infección no se transmite de humano a humano.
Sergio Monge, presidente de Anecpla, explica que “el Culex desarrolla su actividad a primera hora de la mañana y al final de la tarde, evitando la exposición a las temperaturas más elevadas y más bajas. Durante el resto del día, se protegen entre la vegetación, escondiéndose del calor de estos meses de verano”. Su capacidad de vuelo está limitada a un área no superior a 7 km de las zonas acuáticas donde están los focos de cría, aunque pueden aprovechar corrientes de aire y desplazarse a distancias muy superiores.
Desde Anecpla insisten en señalar que “la mejor protección frente a este y otros mosquitos, es siempre la prevención”, ha dicho Fernández de Lezeta. Sergio Monge nos da las recomendaciones: “lo mejor es adoptar medidas de prevención, tales como evitar los paseos al amanecer o atardecer por las zonas de reproducción, colocar mosquiteras en ventanas y puertas, procurar dejar la luz apagada, conectar sistemas repelentes dentro de los domicilios, evitar las zonas de vegetación, no salir en las horas de máxima actividad de estos insectos (amanecer y atardecer) y si lo hacemos, utilizar repelentes, evitar los perfumes intensos, vestir prendas largas y de tonos claros mejor que oscuros, y evitar zonas de vegetación”.